E M P A T Í A Y C O M P A S I Ó N : R E C U R S O S P E R S O N A L E S R E N O V A B L E S
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orenzo, un joven empre- sario, se angustia cada vez que va a tomar un vuelo, y ha dejado de compartir cómo se sien- te con los demás, ya que invariablemente lo tratan de convencer de la poca
entender su sentir, como en los casos de Lo- renzo, Marlene y Sol. La empatía es la capacidad para compren- der al otro, ponerse en su lugar sin prejuicios,
La familia como primer espacio social vivificante es donde, a través del tiempo, se aprende la noción de la vida, se modela la forma de relacionarse y comunicarse, y se desarrollan los primeros valores.
probabilidad de que el avión falle, incluso llegándole a dar estadísticas de accidentes aéreos. Aunque sus conocidos le dicen a Marlene que es una buena madre, que no se preocupe, ella se pregunta todo el tiempo si la forma en que educa a Sol, su hija de dos años, es la adecuada, ya que la pequeña estalla en llanto cada vez que en un festejo encienden una vela de chispas y ella no lo- gra tranquilizarla. El profesor en Psicobiología Vittorio Ga- llese propone la existencia de una conexión en los humanos para ver a otras personas similares a nosotros, ya sea que observemos o imaginemos lo que les sucede al ponernos en su lugar, pues la respuesta empática no siempre se origina en automático. Devolve- mos sonrisas llegando inclusive a llorar al contemplar la muerte del protagonista de la película en pantalla. Podemos empatizar con el dolor de un jugador de futbol ameri- cano que cae al césped al ser tacleado o em- patizar con la alegría de una pareja al ima- ginarlos el día de su boda. Sin embargo, hay ocasiones en el día a día que las personas enfrentan situaciones que las sobrepasan y aparentemente nadie a su alrededor parece
compartir su estado emocional al ver el mun- do como lo hace la otra persona. Con la em- patía se incrementa la capacidad de escucha que da paso a la compasión, sentimiento que conmueve y dispone a brindar ayuda para ali- viar el sufrimiento propio y ajeno. Desafortuna- damente, la escucha compasiva es una acción casi ausente, cada vez más rara, ya que la tec- nología y las vidas ocupadas alejan la atención de nosotros mismos y de quienes nos rodean. La empatía y la compasión son capaci- dades personales que se pueden desarrollar y fortalecer. La familia como primer espacio social vivificante es donde, a través del tiem- po, se aprende la noción de la vida, se mode- la la forma de relacionarse y comunicarse, y se desarrollan los primeros valores. Sin em- bargo, como sociedad, en la escuela, en el trabajo, en la comunidad, también podemos conectarnos todos, restaurarnos y fortalecer- nos para afrontar las vicisitudes y compartir momentos de armonía y felicidad.
Angélica Quiroga Garza
Psicóloga con estudios de doctorado en Consultoría de Sistemas Huma- nos. Profesora investigadora de la UDEM y del Centro de Tratamiento e Investigación de la Ansiedad. Ha recibido distintos reconocimientos, como el Premio Pro Magistro Rober- to Garza Sada.
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