L a ansiedad no es un juego de niños. No debe tomarse a la ligera, aunque la gente diga “no te estreses, no es para tanto”. La ansiedad y el burnout no son temas fáciles y no son crisis que llegan al final del semestre –con las pruebas, las presentaciones y los exámenes–, ni se presentan so- lamente a principios o mediados de semestre. Son estados mentales que nos puede afectar todo el año, todas las horas. Con nuestros ritmos acelerados y exigentes de vida, cada vez más estudiantes sufren ansiedad: un estudio del Collegiate Mental Health, de la Penn State University, sugiere que uno de cada cinco estudiantes
la sufre, y el 80% de estos aceptó que esta o el estrés afectaron su rendimiento académico en algún momen- to de su carrera. ¿QUÉ ES LA ANSIEDAD? En palabras de Sylvie Seguin, psicóloga clínica en el sitio de wellbeing The Skill Collective, la ansiedad es una respuesta que el cerebro activa como protección a un peligro próximo. Acelera los ritmos cardíaco y respi- ratorio para que los músculos reaccionen y se llegue a un lugar a salvo. Esto era fundamental en épocas de la antigüedad. Hoy, en un extremo, la ansiedad provoca un mayor estado de pánico.
TIPOS DE ANSIEDAD Y SUS SÍNTOMAS
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA
ATAQUES DE PÁNICO
Son sentimientos repentinos de terror, aunque no haya peligro real. Se aceleran sus latidos, les duele el pecho o el estómago y respiran con dificultad. Pueden sentirse mareados, con escalofríos, sudor y entumecimiento en las manos. Son los mismos síntomas de un ataque al corazón, por lo que pueden confundirse. Sentimos decirles que es más común en mujeres que en hombres.
Las personas padecen ansiedad o preocu- pación excesiva la mayoría de los días. Son inquietas, nerviosas y se cansan fácilmen- te. Tienen dificultad para concentrarse, suelen irritarse y sufren de insomnio.
TOC: TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT)
FOBIAS
Tienen un impulso abrumador para repetir ciertas conductas e ideas que pueden va- riar en cada persona. Es común que tengan miedo a los gérmenes y a la suciedad, al igual que al desorden. Suelen interferir en sus actividades diarias, ya que son un ri- tual necesario. Usualmente es hereditario.
Es un miedo intenso o una aver- sión a una situación o un objeto en específico de una manera exagerada. La preocupación a enfrentar ese peligro es irracional. Ejemplos clásicos: volar, las alturas, las serpientes.
Se detona tras un evento impactante, ya sea una ca- tástrofe natural, un accidente grave o abuso físico, sexual o emocional. Causa recuerdos involuntarios y perturbadores de la situación, generando insomnio, pesadillas, sentimientos de ira o soledad. También puede generar culpa, tristeza y preocupación.
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