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¿Qué oportunidades ofrece la bioeconomía a la salida de la pandemia?
Toda crisis abre oportunidades, la pre- sente no es la excepción. Ciertamente, el mundo enfrenta un escenario inédito que puso en evidencia muchas de las falencias sistémicas, aceleró tendencias latentes y abrió ventanas de oportunidad para modifi - car lo estatuido. En relación con la pandemia, esta nue- va realidad abre desafíos y oportunidades para los gobiernos nacionales en diversos planos, en los que la bioeconomía puede aportar respuestas. Quisiera mencionar aquí al menos dos: i) migraciones internas; y ii) espacio de cooperación internacional. i) Migraciones internas: • Algunos piensan -y comparto- que la pandemia aceleró cambios que se vis- lumbraban incipientes, sobre todo de la mano de las tecnologías de la informa- ción y la comunicación (TIC). Nuestra vida se ha trasladado al plano de lo virtual: participamos de multiplicidad de eventos en línea, se aceleraron los procesos de teletrabajo, los estudios en plataformas virtuales y los servicios puerta a puerta por compra online; se ha abierto así la puerta a una mayor des- localización de ciertas actividades. Esto debería contribuir a una descongestión de los grandes centros urbanos si está acompañado de una mejor oferta de ser- vicios asociados a la conectividad (ver migración al campo en España). • También es cierto que existen amenazas latentes descriptas en muchos estudios sobre la industria 4.0, las que también se verán aceleradas a partir de la pan- “La pandemia puso de relieve,
minar cómo avanzar en las medidas de precaución y prevención ante el avance de la pandemia, así como también re- orientaron el sistema científico hacia la búsqueda de soluciones, plantean- do diversas iniciativas (ver Oficinas de ciencias de Unesco en los países y regiones). Los controles y supervisión siguen realizándose con base en eviden- cia científica y, si bien las decisiones son políticas, la ciencia está involucra- da en las determinaciones que se están asumiendo. • El multilateralismo se encontraba en ja- que previo a los contagios y expansión del COVID-19, y muchas de las res- puestas marcaron sesgos de tinte nacio- nal antes que cooperativos. Sin embar- go, es importante observar la conexión global -la velocidad en la que se ex- pandió el virus lo demuestra- así como remarcar una vez más que la biología no conoce de límites fronterizos. Es de- cir, la salida de la pandemia demanda una mayor cooperación internacional. Es allí donde la cooperación científica, de la mano de la diplomacia científica tiene un lugar privilegiado para tender puentes y acercar gobiernos. Como la biología, el conocimiento tampoco se detiene en la aduana, aunque sí puede ser apropiado y controlado para ejercer poder. Los países de Latinoamérica pre- cisan cooperar entre sí para generar las escalas mínimas necesarias para el ejer- cicio de la ciencia de punta, y así evitar depender de la ayuda externa para gene- rar respuestas a sus problemas. Observando ambos fenómenos a través de la bioeconomía, podemos arrimar poten- ciales respuestas a los dos niveles: el supra- nacional y el local. En el primer plano, la biología y los ecosistemas no entienden de fronteras, por lo que las soluciones y me- didas que se decidan para tomar ventaja de la biodiversidad y riquezas naturales de la región demandan una mayor cooperación
demia. Si los trabajadores no pueden volver a las fábricas masivamente por la necesidad de mantener la distancia social, los robots tienen la respuesta. Al decir de Yuval Harari (2018), esta tendencia trae consigo el peligro de una nueva clase social de “irrelevantes” y, por lo tanto, prescindibles, que ya no calificarían ni como ejército de reserva, a partir de que la producción la realiza- rían robots y máquinas. Esto, en contex- tos de grandes urbes, será un problema. La posibilidad de implementar enclaves de desarrollo local autosostenidos po- dría ser una opción a esta amenaza. • Los grandes centros urbanos son, al mismo tiempo, los mayores focos de contagio por causa del contacto so- cial, y donde más se están sufriendo las consecuencias del aislamiento. Esto hace prever que podrían surgir migra- ciones inversas a las que poblaron los asentamientos precarios periurbanos en las grandes ciudades latinoamericanas, generando un regreso al campo en bús- queda de una posible supervivencia. ii) Cooperación Científica Internacional: • La pandemia puso de relieve, fuerte- mente, dos cosas: la ciencia y la ne- cesidad por cooperar. La mayoría de los gobiernos se basaron en las reco- mendaciones de comités de expertos o consultaron con científicos para deter - “esta nueva realidad abre desafíos y oportunidades para los gobiernos nacionales en diversos planos, en los que la bioeconomía puede aportar respuestas.”
fuertemente, dos cosas: la ciencia y la necesidad por cooperar.”
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El IICA ante el Covid-19
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