ANUARIO 2023 DE INFORME COTEC
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REPORTAJES
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“ES UN PROYECTO ESTRATÉGICO PARA FIJAR POBLACIÓN E INYECTAR EMPLEO Y QUEREMOS QUE SEA REPLICABLE EN OTRAS MANCOMUNIDADES DE MUNICIPIOS DE MENOS DE 300 HABITANTES”
Tania Busto, del proyecto Naturalia Bureba
Naturalia Bureba: Compost ecológico y empleo social
El tercer proyecto de Demos se denomina Naturalia Bureba, y prevé la construcción en el municipio burgalés de Bugedo de una planta de compostaje de 560 toneladas de biorresiduos urbanos, ganaderos y agrícolas que dé servicio a los 17 municipios –con apenas 1.679 habitantes– que componen la mancomunidad de Desfiladero y Bureba (Burgos). En esta instalación, a su vez, se quiere explotar la lombricultura para obtener vermicompostaje (fertilizante orgánico para la recuperación de suelos), que se aplicará en los campos de cereal de la comarca. El proyecto aspira a gestionar los residuos vegetales de la zona y, al mismo tiempo, a prestar atención domiciliaria a las personas mayores, mediante la recogida de residuos casa por casa. Su principal impulsora es la asociación Aspodemi, que trabaja a favor de la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual en la comarca de Miranda de Ebro. Además de fomentar la economía circular (con la recogida de los residuos urbanos generados en los pueblos y en las explotaciones de la zona), esta iniciativa tiene una importante vertiente social. Lo explica su directora, Tania Busto. “Realizaremos una labor de integración laboral para las personas con discapacidad intelectual que ya se están formado en nuestra planta piloto de compostaje [situada en la localidad de Fuente Caliente] y atenderemos
a la población de edad avanzada, especialmente con síntomas de aislamiento, mediante la asistencia integrada que supone la recogida puerta a puerta”. Los mayores de 65 años suponen el 50% del censo de la comarca, muy envejecida y masculinizada. Allí viven pocos niños, el empleo es escaso (los campos de cereal apenas requieren de mano de obra) y esa ausencia de renovación demográfica repercute en unos servicios públicos desatendidos. “Es un proyecto estratégico que nos va a ayudar a fijar población, a inyectar empleo y que queremos que sea replicable a otra mancomunidad con municipios de menos de 300 habitantes”, cuenta Busto. El primer año se podrían crear entre cinco y seis puestos de trabajo en torno a la planta, aunque la prioridad es dar a conocer el proyecto en el territorio y convencer a ayuntamientos y vecinos de que se sumen a la iniciativa. Para optimizar el proceso y sacar aún más rendimiento, los chicos y chicas con discapacidad que se forman en Aspodemi harán labores de jardinería en los pueblos. De esa manera, garantizan la actividad durante todo el año, incluso en los meses más fríos, y a su vez utilizan los restos de plantas y biomasa para el compostaje. “Y ya que estamos en el municipio, realizamos a los mayores el servicio de asistencia personal integrada al recogerles la basura en sus domicilios”, apunta Busto.
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