ANUARIO 2023 DE INFORME COTEC
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REPORTAJES
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162 candidaturas de 42 provincias Hasta 162 candidaturas, procedentes de 16 comunidades autónomas y 42 provincias, se presentaron a esta edición de DEMOS. Un jurado experto compuesto por 13 personas eligieron los tres proyectos definitivos, en una fase final muy disputada en la que evaluaron nueve propuestas de gran calidad. Los otros seis finalistas fueron Circular Fungi (Pradejón, La Rioja), Sialcis (Somiedo, Asturias), Del Bosque a tu Casa (Molina de Aragón, Guadalajara), Alimentación Circular (Fasnia, Tenerife), Comillas, recicla por lo que importa (Comillas, Cantabria) y Montitxelvo Circular (Montitxelvo, Valencia). El Proyecto DEMOS forma parte del Plan Allen de la compañía IKEA, que es Miembro Consejero de Cotec. Esta iniciativa, que se desarrollará hasta 2025, busca contribuir a la recuperación de la economía y la sociedad española tras la pandemia de la covid-19, mediante la creación de empleo y el impulso a un desarrollo sostenible. La propuesta está alineada con los principales objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) del Gobierno, que es el mecanismo que articula en España el reparto de los fondos europeos Next Generation UE, y se basa en el compromiso de IKEA con tres pilares fundamentales: la transición ecológica, el bienestar y la salud, y el reto demográfico. Además de Cotec, forman parte del Plan Allen otras tres entidades: WWF, FADEMUR y ASHOKA.
A medio y largo plazo, la meta es que la comarca de La Bureba tenga una gestión eficiente e integral de sus residuos por los beneficios medioambientales que supone esta propuesta. También por la transformación de estos deshechos en un producto de calidad para la fertilización ecológica, lo que supone un valor añadido de soberanía alimentaria y transición hacia lo ecológico. Precisamente los problemas ambientales (relacionados con la acumulación de residuos, la falta de medios para gestionar los montes, los incendios forestales, la pérdida de fertilidad de los suelos y la evaporación de los acuíferos) son otros de los graves contratiempos que golpean a la comarca. La idea ahora es ofrecer ese fertilizante orgánico de calidad que procede de la lombricultura a los agricultores de la zona a precio competitivo, y experimentar cuál es el resultado en sus cultivos. Puro ejemplo de economía circular. “Hasta ahora, producíamos fertilizante a través de estiércoles. Lo interesante es que ya podemos fabricar un buen fertilizante a través de lo que come y desecha al ser humano”, concluye Tania Busto.
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