ANUARIO 2023 DE INFORME COTEC
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REPORTAJES
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“Para evitar la expulsión de habitantes del propio barrio, es clave contar con espacios productivos que permitan el trabajo en proximidad”.
Para ello, los investigadores han analizado un escenario previo a la pandemia de la covid-19 y otro durante las semanas de confinamiento, cuando más se redujo la movilidad. En general, prosigue la investigadora, la movilidad está asociada a dos factores principales. Por un lado, la existencia de un mix de usos urbanos que incluya suelos productivos. Si estos suelos se encuentran a cierta distancia de los domicilios de las personas, provocan irremediablemente desplazamientos diarios hacia los lugares de trabajo. Por el otro, el sector económico al cual se dedica la población de cada barrio. Esta distribución puede generar movilidades obligadas, como sucede en las áreas rurales o con los profesionales que no pueden teletrabajar con facilidad (como los que ocupan puestos de atención al público, servicios básicos, comercios...). A grandes rasgos, avanza Santamaria, las personas que más se desplazan son las que viven en grandes aglomeraciones (en capitales como Madrid, Barcelona o Zaragoza) y en sistemas de ciudades interconectadas (un ejemplo son las distintas centralidades que existen en el País Vasco). La paradoja es que estos municipios son los que más pudieron contener la movilidad durante la pandemia, es decir, son entornos
donde existe más margen para que se reduzcan los desplazamientos. En el proyecto también se ha analizado, por barrios, cómo son sus rentas nocturnas (las de la población que está censada en ellos) y diurnas (que son el resultado de la mezcla de habitantes y personas que se desplazan con frecuencia por razones de trabajo). El cruce de estos datos permite ver cómo es la socialización en estos barrios. “La movilidad fomenta que distintas rentas entren en contacto y, esto tiene repercusiones positivas”, argumenta Santamaria. Un ejemplo es el caso del Raval, en Barcelona, un barrio de rentas bajas que aumenta su renta media gracias a la movilidad externa. De hecho, en aquellos espacios donde hay una pérdida de diversidad económica (es decir, en los que disminuye la mezcla de rentas porque atraen un menor número de trabajadores) es donde existe más riesgo de desigualdad. Los datos aportados, sobre todo por el catastro, permiten observar qué proporción de suelos (de uso residencial o productivo) son propios de cada barrio y cómo esta mezcla es clave en un modelo urbano de baja movilidad. Es precisamente esta mixtura de usos la que define la calidad del entorno urbano en el cual se desarrolla la vida cotidiana. A la vez, determina la capacidad de algunos barrios para albergar usos diferenciados de sus suelos, que los convierten en polos de atracción.
Mar Santamaria, arquitecta y cofundadora de 300.000 Km/s.
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