El IICA ante Covid-19 (Julio)

Blog Sembrando hoy la Agricultura del futuro

entre lo rural, como expresión del “cam- po” y sus actividades agrícolas, con los espacios urbanos, superándose la visión dicotómica y excluyente entre campo y ciudad, favoreciendo la integración urba- na y rural que establece relaciones identi- tarias y de cohesión social. Las estrategias y políticas públicas innovadoras, para que sean eficientes y eficaces en su ejecución, necesitan de un mecanismo institucional que considere la diversidad de las visiones existentes entre los actores territoriales y que, al mismo tiempo, permita la construcción de alian- zas capaces de definir y ejecutar acciones de corto, mediano y largo plazo para la re- ducción de las asimetrías de las zonas ru- rales. En este sentido, el fortalecimiento de las capacidades de autonomía de los acto- res locales, para que articulen y coordinen sus iniciativas con las políticas ejecutadas por el poder público, tiene por objetivo establecer las condiciones básicas para la construcción de un modelo de organiza- ción de la sociedad y la economía que res- ponda a las nuevas exigencias del contexto post pandemia. El actual escenario abre, así, una gran oportunidad para pautar un debate en la sociedad acerca de la valorización de los territorios rurales y de sus múltiples con- tribuciones para el funcionamiento de las sociedades, particularmente en un momento que permite evidenciar la presencia, el rol y la relevancia de los agricultores y agricul- toras familiares, antes invisibles, que ase- guran con su labor cotidiana la producción de los alimentos básicos tan necesarios para la reproducción social de la humanidad y fundamentales para impulsar la dinamiza- ción de diversos sectores de la economía nacional. La emergencia de este nuevo contexto, provocado por los impactos negativos del Covid-19, representa también una oportuni- dad para repensar y reinventar los rumbos de los territorios rurales en ALC, rediseñan- do las relaciones Estado-Sociedad-Mercado y las relaciones Sociedad-Naturaleza, bajo criterios innovadores, equitativos, sosteni- bles y resilientes. Esta nueva forma de pen- sar y actuar, articulando los diferentes sec- tores, actores y escalas, se constituye en un

res de la sociedad. Esos arreglos necesitan incidir sobre tres dimensiones complemen- tarias: 1. mecanismos de integración interinsti- tucional y de articulación intersectorial en los planos horizontal y vertical, que promuevan una visión sistémica e in- tegrada de la acción pública, y que se traduzcan en resultados más eficientes, mediante una actuación planificada y descentralizada; 2. políticas públicas gestionadas partici- pativamente y ajustadas a las particula- ridades de cada territorio, apoyadas por mecanismos de gobernanza relacional multiactor en las diferentes escalas de actuación; 3. plataformas territoriales de innovación, como espacios (institucionalizados o informales) donde los actores desarro- llen interacciones creativas para impul- sar iniciativas sociales, económicas o culturales innovadoras. Un segundo campo de acción se rela- ciona con la reactivación y dinamización de las economías rurales en un contexto de recesión o desaceleración de las activida- des productivas. A diferencia de procesos anteriores, las nuevas políticas necesi- tan ser pensadas de manera más integral, buscando una mejor articulación entre las políticas para la dinamización económica “En un marco institu- cional renovado, la reconfiguración de los sistemas agroa- limentarios necesita incorporar a la agri- cultura familiar como actor protagónico y como principal motor propulsor del modelo de reorganización de los espacios rurales”

“Es necesario forta- lecer las capacidades de autonomía de los actores locales, para que articulen y coordinen sus iniciativas con las políticas ejecutadas por el poder público”

elemento estructurante del cambio paradig- mático que se encuentra en construcción.

El reto de incorporar el enfoque territo- rial en la gestión de políticas públicas Por tanto, considerando estas breves premisas conceptuales y la relevancia del enfoque territorial para la construcción de políticas públicas de desarrollo rural en un escenario de crisis múltiples agravadas por los impactos negativos del COVID-19, es importante explorar algunos senderos que promuevan la formulación, implementación y evaluación de estrategias y políticas pú- blicas basadas en la incorporación de este enfoque. Las experiencias referentes del enfo- que territorial, impulsadas en ALC en las últimas dos décadas, ofrecen un conjun- to de elementos que se constituyen en un punto de partida avanzado para repensar las estrategias de los Estados en un esce- nario post pandemia. Pero, la implementa- ción de estas medidas requiere de sólidos cambios institucionales que favorezcan la conformación de acuerdos políticos y la implementación de una agenda del desa- rrollo equitativo, democrático, sostenible y resiliente. El primer campo de acción a conside- rar es que el Estado asuma nuevamente un rol más activo en la gestión de las políticas públicas, tanto estructurales como diferen- ciadas. Esto requiere hacer de los territorios objetos de las políticas públicas y promover nuevos arreglos institucionales que permi- tan una mayor coordinación tanto entre las instancias del Estado como con otros secto-

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Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

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