LA CONNOTACIÓN NEGATIVA DE CHINA COMO EPICENTRO DEL CORONAVIRUS PROVOCÓ QUE DECRECIERAN LAS EXPORTACIONES DEL PAÍS: EN FEBRERO DE 2 0 2 0 HUBO UN RETROCESO DEL 1 7. 1 %
Li Keqiang, primer ministro de China, anunció este año que el país tiene como objetivo crecer un 6% en 2021.
EL GIGANTE RESURGE Como un ave fénix resurge de las cenizas, tal parece que China ha logrado dejar atrás los estragos de la pandemia. En números, después del desplome en ex- portaciones que tuvo en 2020, nunca ha sido un mejor momento para este país. Los pronósticos se cumplen y superaron las expectativas del gobierno, alcanzando un 21.1% de exportaciones en términos de dólares esta- dounidenses durante noviembre de 2020. Así, durante el mismo tiempo que le ha tomado al mundo entero acostumbrarse a una nueva normalidad, tampoco he- mos podido (todo el mundo, vaya) dejar de ver a China con insólita admiración. Este año, durante las “Dos sesiones” ( lianghui ) de China —el encuentro político más importante del país—, el primer ministro Li Keqiang anunció que su país tendría como objetivo un crecimiento de más del 6% en 2021. Cabe destacar que los objetivos de crecimiento del PIB fueron una tradición llevada a cabo por 10 años conse- cutivos en China, algo que finalmente se “pausó” el año pasado por la pandemia. En abril de 2021 la recuperación económica de China mostró un aceleramiento admirable en el primer trimestre
para registrar un crecimiento récord del 18.3% con res- pecto al año pasado, según la agencia informativa Reu- ters. Los analistas deducen que esto se logró en gran parte gracias a las segundas y terceras olas de contagios en Occidente, específicamente en Estados Unidos y Europa. La demanda de equipos de protección personal y dispositivos de trabajo desde el hogar fabricados en China parecen ganar popularidad de nuevo, y aunque las políticas detrás del nombramiento del coronavirus como “virus chino” siguen presentes —no podemos ig- norar movimientos como el #StopAsianHate en Estados Unidos—, en el plano comercial ya no le hacen cosqui- llas a la segunda economía global. Sin embargo, toda potencia mundial tiene un límite. Para China, las exportaciones son limitadas y solo al- gunas tantas pueden mantener su renacimiento econó- mico en marcha, por lo que este año el gobierno chino orientó sus esfuerzos por reactivar la economía a otro sector: el doméstico. Yao Yang, director del Centro de Investigación Económica de China en la Universidad de Pekín, ya advertía sobre este cambio de orientación el año pasado: “El riesgo para la economía china [en 2021] es una desaceleración del consumo”. En el presente,
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