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se pregunta, ¿cuando una idea psíquica viaja del inconsciente al consciente, significa eso que tenemos “una nueva fijación, o como pudiéramos decir, una segunda inscripción de la representación de que se trate, inscripción que de este modo podrá resultar integrada en una nueva localidad psíquica, y junto a la cual continúa existiendo la primitiva inscripción inconsciente? ¿O será más exacto admitir que el paso de un sistema a otro consiste en un cambio de estado, que tiene efecto en el mismo material y en en la misma localidad?” (Freud, 1915c, p. 174). La primera hipótesis es la topográfica y está conectada a la separación topográfica entre el sistema consciente y el inconsciente. Freud plantea que una representación puede existir en dos sitios del aparato psíquico a la vez y que, a menos que sea detenida por la censura, puede moverse de un sistema al otro. Según esta hipótesis, se asume que la interpretación creará una conexión entre las dos inscripciones situadas en el sistema inconsciente y preconsciente respectivamente. Sin embargo, la experiencia demuestra que no siempre es así. El carácter del inconsciente es muy distinto de lo que se comunica en palabras, o como describió Freud, la información que se ofrece al paciente sobre sus recuerdos reprimidos no hace que éste automáticamente entre en contacto con la huella del recuerdo inconsciente: “El haber oído algo y el haberlo vivido, son dos cosas de naturaleza psicológica totalmente distinta, aunque posean igual contenido” (ibíd., p. 176). Un examen más detenido del mecanismo de la represión, entendido como la retirada de la carga energética (investidura o catexis), favorece la segunda hipótesis. Entonces Freud aborda preguntas como ¿a qué sistema se dirige la retirada? y ¿a qué sistema pertenece la energía de la retirada? Como su experiencia le demuestra que las representaciones reprimidas mantienen su carga, Freud concluye que sólo la carga preconsciente puede retirarse de la representación. Dicho de otra manera, la represión es un proceso que pertenece al preconsciente. Entonces se entiende que durante la represión se produzca una retirada de carga energética (investidura o catexis) de la representación preconsciente, al mismo tiempo que se conserva la carga inconsciente. Esto es congruente con la segunda hipótesis: en este caso, la transición del sistema inconsciente al sistema preconsciente/consciente no consiste en una nueva inscripción, sino en un cambio de estado, es decir, un cambio en la calidad de la energía mental que se le otorga. Ambas hipótesis sirven para llamar la atención sobre la coexistencia de dos procesos contradictorios que piden dos explicaciones distintas. La hipótesis de la inscripción en dos lugares puede ser adecuada para ilustrar el proceso de hacerse consciente; mientras que la hipótesis del cambio de estado funcional es más apropiada para describir el proceso de represión, ya que indica una asimetría entre el hacerse consciente y el acto de la represión. En la tercera hipótesis, cuando investiga el mundo representacional del reino inconsciente, Freud traza una diferencia entre la expresión verbal y las cosas expresadas. La diferencia entre las representaciones-palabra y las representaciones- objeto , es el resultado de observaciones que fueron más allá de los sueños y las neurosis. “Pero el análisis de una de aquellas afecciones, a las que damos el nombre de psiconeurosis narcisistas, nos promete proporcionarnos datos, por medio de los cuales podremos aproximarnos al misterioso sistema Icc. y llegar a su inteligencia” (Freud,
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