Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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fuera de los ámbitos donde actúa el proceso primario – y el proceso traumático. Dentro de la psicología del yo americana, Alvin Frank (1969), en su evocador artículo “Lo no recordado y no olvidado: la represión primordial y pasiva”, explicó este ámbito de funcionamiento no procesado mediante algunos ejemplos clínicos muy llamativos. Recientemente, se ha propuesto el término “ proceso cero ” para referirse a esta forma de funcionamiento mental (Fernando, 2009, 2012), diferenciándola así del proceso primario. Por ejemplo, el “ instante presente, congelado, que siempre está sucediendo y nunca cambia”, característico del proceso cero, que explica su naturaleza “atemporal”, es muy diferente de los elementos libres, en movimiento constante, del proceso primario que, sin embargo, nunca se agotan. Asimismo, la “ concreción ”, la “ falta de abstracción ”, la “ falta de simbolización en el proceso secundario ”, y la “ falta de integración ” indican que esto puede aplicarse tanto a los procesos primarios como a los cero y, aún así, adoptar significados muy diferentes según el tipo de procesamiento mental. El “proceso cero” es una herramienta para conceptualizar el funcionamiento mental post-traumático y para ahondar en la comprensión de sus propiedades. Al mismo tiempo, se puede entender la importancia de las otras dos clases de procesos mentales, el primario y el secundario, y la forma en que se organiza y funciona la mente a través de ellos. Esto pone de relieve el nivel de interacción entre estas formas de funcionamiento. En el proceso cero hay una forma muy diferente de inconsciente, un “ universo paralelo ” y extraño, donde la gente puede entrar y salir de forma muy distinta al “sistema inconsciente” o al ello descrito por Freud. Según los psicólogos del yo, estos reinos del inconsciente siguen siendo factores importantes para el funcionamiento mental normal y para el trastornado y ha llegado la hora de ampliar la concepción de la mente para incluirlos a todos. III. Ab. El inconsciente en la teoría contemporánea del conflicto (MTC) La teoría contemporánea del conflicto (MTC, por sus siglas en inglés) ha dejado atrás el estudio de las fases psicosexuales del desarrollo para centrarse en los procesos del conflicto y la formación del compromiso (Arlow, 1966, 1981; Brenner, 1982, 1999, 2006; Richards, 1986). Para este enfoque es fundamental entender las fantasías, deseos y temores organizados a través de las relaciones del niño con otras personas. Los psicólogos contemporáneos del conflicto consideran que una comprensión de los procesos intrapsíquicos , manifiestos a través de fantasías inconscientes modeladas y expresadas a través de una mezcla de determinantes psicológicos, biológicos y sociales, es central para su teoría. Aunque Abend (1980, 2005), Brenner (1999, 2002), Rothstein (2005) y Richards (1986) definieron anteriormente las formaciones de compromiso como una cosa, la posición que adoptan muchos teóricos del conflicto es que esta dimensión de la actividad mental puede entenderse mejor si se piensa en operación continua de un proceso que siempre está buscando mejores soluciones para resolver los conflictos y su displacer. La mente siempre está sintetizando (Rangell, 2004, 2007) y gran parte de lo

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