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italianos, ha desarrollado una versión integradora de la intersubjetividad basada en la comunicación inconsciente y el desarrollo de un doble sentido que se manifiesta en el discurso psicoanalítico. Sus conceptualizaciones intrasubjetivas, intersubjetivas y transubjetivas están metapsicológicamente arraigadas en la alteridad de “el otro” sujeto –así como en el proceso primario e inconsciente– y también están fenomenológica y clínicamente observadas, presentes y experimentadas. Ejemplo de ello es su concepto de “transidentificación proyectiva”. Partiendo de las declaraciones de Freud: “El inconsciente de un ser humano puede reaccionar al de otro sin pasar por el consciente” (Freud, 1915, p. 194) y reinterpretando las conceptualizaciones de Bion y Klein, Grotstein plantea la hipótesis de que “la identificación proyectiva intersubjetiva constituye no solo la operación de una fantasía inconsciente, omnipotente e intrapsíquica, sino también otros dos procesos: en primer lugar, los modos sensoriomotrices (mentales, psíquicos, verbales, posturales) conscientes y/o preconscientes del sujeto proyectante (para inducir respuestas o influenciar sobre el objeto), seguidos de simulaciones espontáneas y empáticas sobre el objeto receptor, que ya está inherentemente “equipado” para ser empático.” (Grotstein 1995, p. 2051). En general, igual que Bion, que amplía la identificación proyectiva patológica de Klein al ámbito de la identificación proyectiva comunicativa, Grotstein extiende las conceptualizaciones de Bion, como la identificación proyectiva comunicativa, al ámbito de lo intersubjetivo. Otro teórico que se ocupa de la dimensión intersubjetiva de la comunicación inconsciente es Lawrence Brown (2011). Brown integra las contribuciones históricas de Freud, Klein y Bion para explorar cómo el paciente y el analista crean narraciones conjuntas de configuraciones inconscientes y las utilizan como herramientas para analizar la historia traumática y psíquica del paciente. En su sistema, los sueños diurnos y nocturnos son de vital importancia. Tanto Grotstein (1999) como Brown (2011) afirman que, afortunadamente, la contratransferencia se ha transformado en intersubjetividad. Brown añade: “Además, la intersubjetividad es un proceso de comunicación inconsciente, receptividad y creación de sentido para cada miembro de la díada, para llevar la significación idiosincrática al campo emocional compartido que interactúa con una función análoga en la pareja” (Brown 2011, p. 7). El concepto de campo analítico de Brown se nutre del trabajo de la pareja Baranger: “La situación analítica como campo dinámico” (1961/2008). Debido al retraso en la traducción, la mayor parte de la comunidad psicoanalítica desconocía esta innovación teórica hasta hace poco. Los Barangers describieron la fantasía inconsciente de la pareja analítica y enfatizaron la contribución de los fenómenos de identificación proyectiva e introyectiva en su estructura. Sobre el concepto de tal fantasía inconsciente creada conjuntamente, argumentaron: “Es algo creado entre los dos , dentro de la unidad que forman en el momento de la sesión, algo radicalmente distinto de lo que cada uno de ellos es por separado… Definimos la fantasía en el análisis como la estructura dinámica que a cada momento da sentido al campo bipersonal ” (ibid, p. 806-7).
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