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posición depresiva (Klein, 1946). La posición depresiva, por tanto, afianza la “capacidad de elegir”, que se convertirá en una característica esencial de la maduración de “el sí mismo”. Por lo general, Klein suele usar el término de manera intercambiable con el yo. Sin embargo, podría discernirse un matiz entre el yo y el sí mismo con relación al hecho de que a menudo el término “yo” designa un papel activo en el desarrollo del niño, como se ilustra en “Nuestro mundo adulto”: “A la luz de mi labor analítica con niños, llegué a la conclusión de que la introyección y la proyección funcionan desde el comienzo de la vida postnatal como dos de las primeras actividades del yo, el cual, según mi criterio, actúa a partir del nacimiento” (Klein, 1959/1984, p. 250). El término “Sí mismo”, por otro lado, lo emplea con más frecuencia para describir las relaciones de objeto, como por ejemplo, en la descripción de las posiciones esquizoides paranoides y depresivas y, más comúnmente, cuando Klein aborda el papel de las relaciones tempranas en el desarrollo de la psique del bebé. Por otra parte, el Sí mismo también se gana un lugar en su teoría de la identificación proyectiva, concretamente durante la posición esquizo-paranoide dominada por las ansiedades del sí mismo. En “Envidia y gratitud”, mientras explora los procesos de escisión que apuntalan a la posición esquizo-paranoide, Klein distingue un yo fuerte capaz de identificarse con un único objeto, y un yo débil sujeto a una identificación indiscriminada con muchos objetos. Ella afirma, “… la plena identificación con un objeto bueno es acompañada por el sentimiento de poseer bondad propia. Cuando los sucesos son adversos, la excesiva identificación proyectiva, mediante la cual son proyectadas en el objeto las partes disociadas del individuo, lleva a una fuerte confusión ente individuo y objeto en la que este último también viene a representar al individuo” (Klein, 1975, p. 192).
IV. REPERCUSIONES GLOBALES DEL CONCEPTO: LA MIDDLE SCHOOL BRITÁNICA DE LAS RELACIONES OBJETALES Y LA TEORÍA ESTRUCTURAL POSFREUDIANA
Por lo general, el concepto del Sí mismo cobra una articulación más explícita en el psicoanálisis posfreudiano. En Europa, se considera que el concepto del Sí mismo se origina en la conceptualización de las teorías de relaciones objetales de la Middle School británica. En América del Norte, donde las diferentes conceptualizaciones del sí mismo y las relaciones objetales se consideran aspectos de las conceptualizaciones psicoanalíticas, el siguiente paso en la elaboración del concepto del Sí mismo se dio en los desarrollos posfreudianos de la teoría estructural/psicología del yo.
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