Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

Volver a la tabla de contenido

hace vulnerable a la pérdida de un sentido de cohesión si no existe la conexión empática o ésta se ve interrumpida (Kohut, 1977). A partir de un enriquecimiento mutuo entre la psicología del Sí mismo y las perspectivas relacionales, Howard Bacal (1985, 1998a, b) identifica la “psicología del Sí mismo relacional”, cuyo interés radica en el contexto de la relación subjetiva, más que en la relación como tal. Al cuestionar el papel de la “frustración óptima” en el desarrollo y en la terapia, defiende una “capacidad de respuesta óptima” como una mejor descripción de lo que necesita el sí mismo. V. C. Perspectivas interpersonales y relacionales Natural de América del Norte, Harry Stack Sullivan (1953, 1964) consideraba que la psiquiatría consistía en el estudio de las relaciones interpersonales. Desarrolló una concepción del sí mismo y de su desarrollo muy distinta a la de sus compañeros psicoanalíticos clásicos. Sullivan, muy influenciado por George Herbert Mead (1934), creía que solo podíamos conocernos a nosotros mismos en relación con el otro y, por tanto, lanzó la idea innovadora de que el sí mismo era en realidad una colección de estimaciones especulares de aquellos con los que estábamos en contacto, consistente en un conjunto de lo que él llamó patrones “yo-tú” (Sullivan, 1953). Para Sullivan, no había forma de entender al sí mismo individual fuera de la compleja red de relaciones interpersonales en que la persona se encuentra inevitablemente enredada. Una consecuencia de esta “teoría de campo” fue su firme creencia de que el sentimiento de un núcleo interno del sí mismo era una ficción investida de forma narcisista. De hecho, Sullivan consideraba que los seres humanos tenían “tantas personalidades como relaciones interpersonales” (1950, p. 221). Para él, nuestros sí mismos estaban divididos en el “yo bueno”, es decir, aquello que me gusta de mí mismo; el “yo malo”, o aquello que me desagrada, y el “no yo”, que son los aspectos del sí mismo que provocan ansiedad y necesitan ser negados por medio de la disociación. La visión de Sullivan de un sí mismo múltiple, junto con su invocación de los procesos disociativos autoconservadores, constituye la vanguardia de los enfoques relacionales contemporáneos del sí mismo, mejor ejemplificados en el trabajo de Philip Bromberg (1998, 2006, 2011) y Donell Stern (1997, 2010). Sullivan desarrolló el concepto del “autosistema” para dilucidar la configuración de los rasgos de personalidad y las operaciones de seguridad diseñadas para mantener un sentido relativo de seguridad y estabilidad en el individuo. Este “autosistema” está diseñado para proteger a la persona de desatar su vergüenza y ansiedad por medio del uso de mecanismos como la disociación y la falta de atención selectiva . El énfasis de Sullivan en el “otro” como una fuente de peligro concuerda con los enfoques interpersonales contemporáneos de la psicología de dos personas. Bromberg (1998) sigue la tradición sullivaniana de la teoría de campo, que considera la mente como “una configuración de estados cambiantes, no lineales de conciencia en una dialéctica continua con la ilusión necesaria de un sí mismo unitario”

410

Made with FlippingBook - Online magazine maker