Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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del paciente. La noción de campo dinámico proporcionó un nuevo contexto que hizo posible articular nociones generales del psicoanálisis como transferencia, contratransferencia, resistencia, interpretación, etc., con los fenómenos ocurridos en la experiencia psicoanalítica concreta (de León de Bernardi 1999). Las nuevas nociones que elaboraron a partir de ahí, como el “baluarte” y la “segunda mirada”, resultaron ser extremamente útiles para el trabajo clínico. La concepción del campo dinámico también surgió, en parte, como respuesta a preocupaciones metodológicas y epistemológicas de los Baranger sobre los problemas de la investigación clínica y la validación en psicoanálisis. En su artículo anterior, Métodos de objetivación en la investigación psicoanalítica , Willy Baranger (1959) revisó los aportes de Glover (1952), Escalona (1952), Bellak y Brewster Smith (1956), entre otros. Propuso descartar los métodos cuantitativos que, por su punto de vista mecanicistas, eran más propios de las ciencias naturales. Por el contrario, entendió el psicoanálisis como una “ciencia del diálogo” propia de una “psicología bipersonal”, que puede encontrar en sí misma sus propios principios de objetividad y validación. En este sentido: “El psicoanálisis debe, fundamentándose en su práctica, desentrañar sus propios principios de objetivación y aceptar su rol de ciencia –en muchos aspectos privilegiada– del hombre. Debe aceptar su carácter de ciencia de un diálogo –es decir, de psicología bipersonal–, su carácter de ciencia interpretativa… con leyes esencialmente originales y técnicas de validación distintas de las que rigen en las ciencias de la naturaleza. La investigación epistemológica tiene por primera tarea formular las condiciones que pueden hacernos estar seguros de la validez de nuestras interpretaciones” (Baranger, W. 1959, p. 81). Sin embargo, al precisar que la suya es una posición subjetivista o interpretativa que consideraba que el propósito del analista era crear interpretaciones, Baranger escribió: “El examen sistemático de lo que ocurre en la situación bipersonal analítica es la única vía de acceso a un ideal de validación de los conocimientos que sea verdaderamente propia del psicoanálisis. Este ideal actualmente concebible está realizado –sin ser formulado– en varios trabajos de los últimos años, que proporcionan una descripción muy exhaustiva de la situación analítica con las interpretaciones y modificaciones que ocurren en ‘conjuntos temporales’ limitados” (Baranger, W., 1959, p. 81). En opinión de León de Bernardi (2008), esta perspectiva se basa en el marco conceptual de la fenomenología de la percepción de Merleau-Ponty (1945/2005) y la noción del analista como observador participante de Heinrich Racker, que definen la interrelación dialéctica entre sujeto y objeto, al tiempo que enfatizan las funciones de observación y percepción, así como las perspectivas sobre la realidad externa. Racker subraya la necesidad de autoobservación del analista de los diferentes aspectos de su participación. Según Willy Baranger (1961-1962), las ideas de Racker llevaron a una ampliación de la capacidad perceptiva y reflexiva del analista sobre la situación interpersonal del análisis. A propósito de la obra de Racker en relación con el conocimiento de la contratransferencia, Willy Baranger señala que el yo del analista

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