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conducta y comportamiento remiten a situaciones en las que la simbolización verbal se debilitó. Cuando existen palabras, sirven como instrumentos para descargar o formas para expresar afectos que involucran emocionalmente al oyente. En consecuencia, el enactment crónico puede entenderse como un tipo de baluarte . Sin embargo, por definición, la díada no percibe los enactments crónicos. El enactment crónico es también una consecuencia de la necesidad de que los mecanismos vinculares iniciales se reaviven en el campo analítico. A veces, en esta reactivación, el paciente recibe la función alfa del analista, aunque esto ocurra de manera inconsciente. Se introyecta gradualmente, lo que también ocurre de manera inconsciente. Cuando se vuelve suficiente, el enactment crónico simbiótico puede deshacerse (disolverse) de repente en un enactment agudo , que implica descargas en el campo analítico que incluyen la posibilidad de destruir el proceso. Esta ruptura se manifiesta como conductas abruptas que por su intensidad se imponen a la observación del analista. Solo entonces el analista se da cuenta de lo que había ocurrido durante el enactment crónico anterior. Esta resignificación retroactiva corresponde a la idea freudiana del Nachträglischkeit , acción diferida o après coup (Freud, 1918). De forma secuencial, el analista percibe que el enactment agudo incluye no sólo descargas de no-sueños, sino también no- sueños que se están soñando. De esta forma, se muestra que, al menos en las configuraciones límite, puede ser necesario que se produzca un enactment o confabulación inicial más o menos crónico, que puede pasar desapercibido. En esta fase, el analista y el paciente “se preparan” inconscientemente para hacer frente a la triangularidad. Cuando esto es posible, se produce un cambio en la naturaleza del enactment que trata de comunicar vigorosamente lo que estaba oculto al analista, que ahora podrá liberarse de la confabulación. Tal vez esto sea una parte de la “historia natural” del proceso analítico con pacientes narcisistas y límite: una fase simbiótica (en la que también se producen cambios inconscientes, enmascarados por la confabulación), que necesita tiempo para ser elaborada, creando gradualmente la posibilidad de “romperse”. Esta repentina “ruptura” ( enactment agudo) es una señal de que el proceso de elaboración ha llegado a un punto en el que es posible correr el riesgo de darse cuenta de que el analista es un tercero, un ser independiente, ya no una extensión narcisista del paciente. Así, en el proceso analítico, se reviven las fases tempranas del desarrollo de un individuo, con la posibilidad de que nuevas experiencias puedan sustituir experiencias parentales y ambientales arcaicas y negativas, con el fin de conseguir una situación edípica que pueda ser elaborada. En este contexto, los enactments agudos son conglomerados que incluyen descargas, no-sueños que se sueñan y sueños que regresan a los no-sueños. Indican rupturas en situaciones anteriores del desarrollo más temprano. Para que el trabajo analítico fructifique, el analista debe identificar y dar significado a hechos que ocurrieron hace mucho tiempo, para incluirlos al pensamiento simbólico. (Ver también la entrada ENACTMENT)
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