Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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organización, en el sentido de organizarse mutuamente, lo que constituye la inextricable interrelación entre ‘mundo interno y externo’” (ibid., p. 23) (Ver las entradas TEORÍA DE LAS RELACIONES OBJETALES, INTERSUBJETIVIDAD, PSICOLOGÍA DEL YO). IV. B. MODIFICACIÓN METAPSICOLÓGICA: CHARLES BRENNER Y LA TEORÍA DEL CONFLICTO La publicación de Jacob Arlow y Charles Brenner (1964), “Psychoanalytic Concepts and the Structural Theory” [Conceptos psicoanalíticos y la teoría estructural], representó una reconstrucción radical de los conceptos del inconsciente y la pulsión. En el núcleo de esta reorganización se encuentra la relación entre angustia y conflicto. Para Arlow y Brenner, la angustia se convirtió en el factor crucial del desarrollo del conflicto entre el yo y el ello, así como de la capacidad del yo para oponerse a las pulsiones instintivas. Al describir la prominencia de los conflictos preedípicos y de la pulsión agresiva en la psicosis, Arlos y Brenner (1969) sostienen que el paciente psicótico tiene una necesidad especial de proteger al objeto de su propia agresión. Esto puede conducir a una grave alteración en la relación del paciente con los objetos externos y con el entorno. En “Defense and Defense Mechanisms” [La defensa y los mecanismos de defensa], Brenner (1981) amplía la definición freudiana del yo en relación con las pulsiones, afirmando que el yo es aquella parte de la mente que se ocupa del entorno con el fin de conseguir el nivel máximo de gratificación de los derivados pulsionales. El yo es el ejecutor de las pulsiones. En el lenguaje de la teoría estructural, por tanto, el yo es el ejecutor del ello. El control de los derivados pulsionales y su oposición empiezan temprano en la vida. En la infancia, uno u otro derivado pulsional inevitablemente llega a asociarse con afectos suficientemente displacenteros como para dar lugar a mecanismos de defensa. “El displacer y el conflicto asociados con los derivados pulsionales no son simples accidentes que podrían evitarse si los padres fueran suficientemente amorosos, conscientes y sabios… Las calamidades de la infancia son parte del destino de la humanidad…” (Brenner 1981, p. 568). La función de la defensa es la reducción del displacer provocado por un derivado pulsional o por algún aspecto del funcionamiento del superyó. Al año siguiente, Brenner (1982) reformuló el superyó como un conjunto de formaciones de compromiso, cuya composición incluye de manera prominente tanto la libido como la agresión. Ejemplificando la posición central de las formaciones de compromiso y de las pulsiones en la vida psíquica, Brenner afirma: “Todo en la vida psíquica… es una formación de compromiso… una combinación de gratificación de derivados pulsionales (un deseo instintivo originado en la infancia), de displacer en forma de angustia y afecto depresivo asociado con el derivado pulsional, de defensas

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