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1983). Gracias a estos desarrollos, el bebé puede adquirir un sentido de su propia individualidad, así como un sentido del otro como una presencia interna, catectizada de forma positiva. Puede funcionar de forma autónoma, en ausencia de la madre/otro, y ser capaz de comprender la experiencia separada del sí-mismo y la madre, su mente separada y los intereses e intenciones del otro. A medida que el bebé va interiorizando la benevolencia y las funciones reguladoras de la madre, puede tolerar más fácilmente las separaciones, frustraciones y desilusiones, y tiene más capacidad para la autonomía, la individuación, la separación y la independencia. Mahler fue capaz de crear una interfaz entre la teoría clásica de las pulsiones y la teoría evolutiva de las relaciones objetales empleando el concepto de simbiosis para referirse tanto a la relación real como a la fantasía interna determinada de forma libidinosa (Greenberg y Mitchell, 1983). El hecho de que Mahler empleara el concepto de ambiente constante y predecible de Hartmann (Hartmann, 1927 [1964]) y su idea de adaptación (Hartmann, 1939) “llevó el modelo de las pulsiones a otorgar un papel mucho más importante a la relación con el otro…” (Greenberg y Mitchell, 1983, p. 282). Para precisar en qué consistía el “ambiente constante y predecible” Mahler empleó el concepto de Winnicott (1960) de la “madre devota ordinaria” (Mahler, 1961; Mahler y Furer, 1968). De esta manera equiparó el ambiente temprano del bebé con la figura específica de la madre. En resumen, la teoría de la separación-individuación incluye a la madre y al bebé reales, así como los conceptos de internalización y representación interna. La teoría de Mahler combina la observación analítica con las transformaciones del desarrollo intrapsíquico: “Los cambios intrapsíquicos pueden implicar un cambio en los límites del yo, la diferenciación entre sí-mismo y las representaciones objetales, la cohesión o escisión de estas representaciones y la conquista de la constancia del sí-mismo objetal. Ambos miembros de la pareja diádica deben ser tenidos en cuenta” (Blum, 2004b, p. 551). En esta propuesta contemporánea modificada y reformulada, Blum (2004b) incluye los últimos hallazgos en materia de desarrollo (Stern, 1985; Pine, 1986; Bergman, 1999; Gegerly, 2000; Fonagy, 2000). Su modificación incluye la fase simbiótica, así como la separación-individuación, y presta particular atención a la diferenciación y el acercamiento. Destaca que la diferenciación neonatal “precede al surgimiento del yo intrapsíquico y la representación objetal” (Blum, 1004b, p. 541) y que el niño tiene capacidades de pre-adaptación con respecto a “la comunicación recíproca, la interacción y la regulación que comienzan con la crianza inicial y proceden a un diálogo repleto de circuitos de retroalimentación…” (p. 541). Durante el acercamiento, destaca el papel fundamental del lenguaje (Blum, 2003). Aunque, actualmente, su teoría se encuentra apartada por la teoría del apego y otras teorías de las relaciones objetales, el concepto de Mahler de separación-individuación es una contribución importante a la comprensión del período de desarrollo preedípico. (Ver también la entrada PSICOLOGÍA DEL YO).
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