Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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modificaciones se produjeron principalmente en torno a la ampliación de los contenidos posibles de la asociación libre, alentando a los analizados a incluir sensaciones corporales, imágenes, sueños, recuerdos y referencias al analista, para que sean verbalizadas. Esto sigue la tendencia de “ampliar el alcance” del material asociativo, para que incluya la actividad corporal y los sonidos no verbales (Balint 1959; Scott 1958; Glover 1955). Esto también coincide con los trabajos independientes realizados por George Caruso (en: Blackman 2010), quien recomendaba ofrecer a los nuevos pacientes una respuesta a la pregunta: “¿Sobre qué tengo que hablar?” Su sugerencia incluía: “De todos los pensamientos y sentimientos acerca de [su principal motivo de consulta] las relaciones importantes de su vida –presentes y pasadas, los sueños, las ensoñaciones, el proceso del tratamiento, lo que yo digo e incluso sobre mí– especialmente los pensamientos negativos y los momentos en que se sienta a la defensiva” (ibid., p. 216). Estas ideas, dirigidas a pacientes que no están familiarizados con la asociación libre o que, al principio, no pueden involucrarse plenamente en ella, complementan la descripción modernizada de la técnica psicoanalítica basada en la teoría del conflicto (Compton 1975, 2000). Lichtenberg y Galler (1987) señalan que, en contraste con la tendencia a ampliar el alcance del material asociativo, la preocupación por regular el nivel de regresión (Laforgue 1936; Glover 1955) en relación con la asociación libre no fue mencionada por ninguno de los encuestados en su estudio. Una posible explicación que ofrecen los autores es que, mientras que en los primeros tiempos del psicoanálisis algunos analistas podían advertir a un paciente somnoliento que continuara verbalizando, la mayoría de los analistas contemporáneos prefieren explorar la somnolencia o la pérdida de contacto con el analista desde diversas perspectivas, incluyendo la somnolencia como una maniobra regresiva y como un enactment transferencial. Al observar el uso frecuente que Freud hacía de metáforas en su trabajo clínico y en su escritura –incluida la metáfora del tren como instrucción para la asociación libre–, surge la pregunta de si los analistas han incorporado su modo imaginativo de comunicación en su propio trabajo y pensamiento. En el estudio de Lichtenberg y Galler, seis de los cuarenta y nueve encuestados (es decir, una octava parte) compartieron espontáneamente que utilizaban metáforas tanto al introducir la asociación libre como en su trabajo clínico en general. Algunos encuestados escribieron espontáneamente sobre su visión de las actividades de escucha e interpretación del analista como recíprocas a la asociación libre. Litchtenberg y Galler (1987) encontraron que estas opiniones coincidían con la de Kanzer (1981), quien sostenía que, en la versión final del pacto analítico de Freud (1940), “(1) la regla fundamental se estructura y (2) se incorpora en un compromiso recíproco por parte del analista, en el cual sus propias funciones también se estructuran” (p. 71).

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