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IV. Fd. Cordelia Schmidt-Hellerau: integración de la primera y segunda teoría pulsional de Freud En su trabajo desarrollado durante más de dos décadas, Cordelia Schmidt- Hellerau (2001, 2018) ha propuesto y explorado una revisión de la teoría pulsional freudiana y sus aplicaciones clínicas. No solo señala los quiebres lógicos dentro de la metapsicología freudiana, sino que también elabora cómo remediar estas inconsistencias. Schmidt-Hellerau muestra cómo la primera teoría de la pulsión de Freud puede modificarse e integrarse en su segunda teoría pulsional. Al hacerlo, pone el foco en el concepto olvidado de las pulsiones originales autoconservativas de Freud, las cuales (dado que los objetos de la pulsión son por definición variables) propone conceptualizar como pulsiones de autoconservación y de conservación del objeto. Ella mantiene intacta la segunda oposición freudiana entre pulsión de vida y pulsión de muerte, y afirma que es la intervención estructurante del objeto cuidador y amoroso la que introduce la autoconservación y la sexualidad como actividades que preceden a la pulsión, dentro de los objetivos más abarcadores de la vida y la muerte. Es más, sugiere como fuentes pulsionales para las pulsiones de muerte y autoconservadoras son las zonas biogénicas (órganos internos), que complementan las zonas erotogénicas de las pulsiones de vida y sexuales (órganos externos en la superficie corporal). Finalmente, introduce el término energético “ lethe ” (Lete o Leteo, del inglés) para designar la energía de las pulsiones de muerte y autoconservación –equivalente a la libido en las pulsiones sexuales y de vida. (Freud nunca llegó a proponer un término energético ni para la antigua pulsión autoconservadora, ni para la pulsión de muerte o su representante, la agresión). Habiendo reorganizado la teoría pulsional de Freud, Schmidt-Hellerau reintroduce la idea freudiana temprana de que la agresión es una capacidad de ambas pulsiones primarias para superar cualquier obstáculo para obtener satisfacción. La agresión no es una pulsión primaria que busque satisfacción por sí misma; es la intensificación, el aumento de energía de las pulsiones autoconservadoras o sexuales, cuando sus metas, de supervivencia o amor, consciente o inconscientemente están o se ven amenazadas. La agresión reivindica las metas sexuales o autoconservadoras del sujeto. Clínicamente estos cambios teóricos son importantes, porque requieren analizar la agresión en relación con las fantasías que operan en segundo plano y permiten un acceso más sofisticado a los esfuerzos saludables, así como a los descarrilamientos patológicos de las actividades pulsionales autoconservadoras y de objeto. IV. Fe. Jerome Blackman: manifestaciones clínicas y del desarrollo de las pulsiones libidinales y agresivas En sus publicaciones recientes, Jerome Blackman (2010, 2011, 2013) resume sus propias investigaciones y las de otros, argumentando que los deseos, como derivados de las pulsiones (Schur, 1966), son especialmente útiles como uno de los componentes del diagnóstico de síntomas no-psicóticos basados en conflictos (pánico,
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