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Teniendo en cuenta tanto las corrientes cambiantes de la teoría psicoanalítica como la práctica clínica dentro del “mayor alcance” del psicoanálisis, Lichtenberg y Galler (1987) extraen conclusiones importantes de su estudio: La regla fundamental debería consistir en (1) una declaración formal donde se explique qué es lo que analizado debe experimentar, observar y verbalizar; (2) una sugerencia explícita de que, además de sus pensamientos y sentimientos, deben también verbalizarse las sensaciones corporales, imágenes, sueños y referencias al analista; y (3) una explicación de que todos los pacientes, a pesar de sus mejores esfuerzos, inevitablemente experimentarán reticencias a revelar sus asociaciones, pero estas resistencias abren puertas para la exploración analítica. Estas conclusiones coinciden con los avances teóricos y técnicos posteriores al estudio de Lichtenberg y Galler. Por ejemplo, Gray (1994) argumentó con fuerza a favor de priorizar la microinterpretación de las resistencias en cualquier fase del tratamiento analítico, por encima de “exigir” al paciente que asocie libremente de forma continuada. En una práctica psicoanalítica contemporánea de base amplia, se considera generalmente que las interferencias o resistencias son una parte inherente del desarrollo del proceso asociativo libre (Volkan 2011). III. C. USO PERIFÉRICO Y RECONCEPTUALIZACIÓN DE LA ASOCIACIÓN LIBRE III. Ca. Enfoques relacionales, interpersonales-intersubjetivos y constructivistas En general, estos enfoques minimizan el uso de la asociación libre. Sin embargo, existen diferencias notables entre los distintos autores. Theodore Dorpat (1999, 2000) considera que la regla de la asociación libre encierra un doble vínculo (Bateson 1972) que contiene mensajes contradictorios, es decir, se le está ordenando a alguien que sea libre. Según este autor, la asociación libre es una capacidad negativa (una suspensión de ciertas funciones defensivas), cuyo desarrollo requiere una confianza y seguridad creada dentro de un contexto intersubjetivo e interactivo. Escribe: “La asociación libre no solo depende de la disminución de las defensas, como la represión y la negación, sino también del establecimiento de una situación de confianza entre el paciente y el analista, de modo que el paciente se sienta lo suficientemente seguro como para suspender su defensa de supresión y, por lo tanto, asociar y hablar libremente… la calidad de las asociaciones libres de un individuo depende en gran medida del entorno interpersonal” (Dorpat 1999, p. 141). Como ocurre con muchos autores contemporáneos de diversas escuelas de pensamiento, Dorpat sostiene que la capacidad de asociación libre indica que se ha alcanzado un estado de libertad psíquica suficiente para hablar abierta y libremente con otra persona. Recomienda que, en lugar de imponer la “regla” de la asociación libre,
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