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disposición ayuda a identificar los modos de relación que puedan constituir repeticiones del pasado. Una vez que se identifican estos patrones relacionales, se pueden ofrecer varios tipos de interpretaciones transferenciales para comprender mejor esos patrones. Roth (2001) define cuatro niveles de interpretación transferencial destinados a vincular la historia del paciente con eventos actuales o externos, fantasías inconscientes y enactments vinculados a la relación analista/analizado. Mediante el uso de una viñeta clínica (ofrecida previamente por Giovacchini [1982]), Roth delinea estos cuatro niveles de interpretación transferencial entre los cuales el analista elige en cada momento: El reconocimiento de patrones relacionales, que reflejan expectativas inconscientes, fantasías, temores y/o repeticiones traumáticas. Esta es una estrategia interpretativa que distingue entre este enfoque dirigido y el de apertura sostenida y difusa frente al proceso emergente con el propósito de elaborar la fantasía inconsciente. Los teóricos asociados con este modo atencional específico incluyen (pero no se limitan a) teóricos freudianos y neofreudianos, teóricos kleinianos y neokleinianos (como LaFarge, 2000, 2017), teóricos interpersonales/relacionales (Sullivan, 1940) y teóricos de la psicología del yo (Jacobs, 1986, 1991; Poland, 1996). Aquí también se podría añadir la visión de los afectos y la complementariedad del significado biológico e histórico de Arnold Modell (1978) y el enfoque genético de Heinz Hartmann y Ernst Kris (Hartmann y Kris, 1945). Este enfoque también puede conducir a intervenciones que apuntan a corregir, reparar y/o integrar partes traumáticamente disociadas del sí mismo ( self ) donde pueden surgir estados del sí mismo escindidos o disociados. Sin embargo, el giro hacia el relato histórico del analizado (un relato que continúa desarrollándose a través del proceso analítico) puede guiar posteriormente los vínculos asociativos. A nivel teórico, ha surgido una polémica en la que las tradiciones que utilizan este enfoque pueden verse como delimitadoras de la producción de fantasía inconsciente, lo que resulta en un empobrecimiento de la fantasía inconsciente a favor de la identificación de repeticiones históricas . (Aunque erróneo, ya que la reconstrucción histórica siempre está inextricablemente moldeada por la fantasía inconsciente [ver Erreich, 2003], este es el argumento planteado). Para una articulación de esta polémica, ver Foehl (2013a, b); Donnel B. Stern (2013a, b); Ferro y Civitarese (2013a, b) entre otros participantes en una mesa dividida en dos partes. Foehl (2013a, b) enfatiza el contexto común en el que evolucionaron las teorías interpersonales y de campo, particularmente en relación con los escritos de Merleau-Ponty. Sugiere un pluralismo epistemológico que invitaría a trabajar desde diversas perspectivas . Por el contrario, Stern (2013a, b) identifica distinciones esenciales entre los teóricos interpersonales y los del campo bionianos, afirmando que los teóricos del campo bionianos no toman en cuenta la participación simétrica del analista (es decir, el “compromiso relacional”, la “mutualidad”) en el campo. La teoría del campo interpersonal (Stern 2013a, b) enfatiza la participación inconsciente no sólo
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