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VI. Db. Carlos Sopena Carlos Sopena , miembro tanto de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay como de la Asociación Psicoanalítica de Madrid, en su trabajo “Pulsión de muerte y sexualidad” (2001), determina algunas implicaciones revolucionarias tanto para la teoría como para la práctica del psicoanálisis, causadas por la introducción de la pulsión de muerte de Freud. Desarrolla las siguientes proposiciones, desde una perspectiva discerniblemente lacaniana: 1. El estudio de las pulsiones debe considerar el nivel de estructuración alcanzado por el aparato psíquico, ya que es en la forma en que la pulsión fluye a través del aparato donde encontrará “diques” y se vinculará y subordinará al principio del placer. 2. Contener la pulsión implica someterla a regulaciones (“orden”) que derivan del complejo de Edipo y de la asunción de castración, lo cual articula la pulsión con el deseo y el deseo con Eros. La insistencia de una “ jouissance ” no mediada, alineada con la ambición narcisista omnipotente de extinguir el deseo, obedece, en cambio, a la pulsión de muerte, lo que significa un fracaso en el procesamiento de la pulsión. 3. Eros y Tánatos deben concebirse como formas distintas del trabajo de una única pulsión, la pulsión sexual, gobernada por el principio del placer o por su contrario, el principio de Nirvana. 4. La pulsión de muerte no debe identificarse con la compulsión de repetición, la cual no responde a una sola tendencia y no siempre es letal, como ocurre con las repeticiones promovidas por la transferencia, que hacen posible el trabajo de rememoración. Tales repeticiones transferenciales deben distinguirse de las repeticiones promovidas por la pulsión, que trabajan en favor de la muerte. 5. Lo que define a la pulsión de muerte es el hecho de que opera silenciosamente y se opone a cualquier actividad de simbolización, localización, vinculación, significación; es decir, se opone a la categoría de lo que puede hablarse y pensarse. 6. Eros y Tánatos se conciben como tendencias relacionadas con la ligazón y a la desligazón, respectivamente. Tanto Eros como Tánatos son condiciones de la vida. VI. Dc. Mirta Casas de Pereda Mirta Casas de Pereda, en “El trauma y el inconsciente” (1996), ofrece una revisión multiteorética de la pulsión de muerte tanto en la teoría como en la práctica clínica, desde un enfoque lacaniano original. Según esta perspectiva, partiendo de Freud –para quien la castración está relacionada de forma comprensiva con toda pérdida (en
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