Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

Volver a la tabla de contenido

En su revisión y reformulación del concepto de pulsión, Rocabert se centra particularmente en la tercera etapa de la teoría pulsional; es decir, en el dualismo pulsión de vida – pulsión de muerte. Describe cómo la perspectiva económica se sitúa en una perspectiva estructural: Eros vincula, conecta y forma estructuras, mientras que Tánatos desvincula, desconecta y destruye. Se contemplan varias cuestiones metodológicas importantes, por ejemplo: ¿Cómo puede la pulsión de muerte investir algo si su definición es la de una fuerza desinvestidora que destruye vínculos? Sobre esta base metodológica, también cuestiona la conceptualización de la “unión y desunión” de las pulsiones. Siguiendo a Freud, Rocabert recuerda que las pulsiones nunca se presentan en estado puro, y un impulso instintivo solo puede llegar a la conciencia a través de sus derivados: las presentaciones y representaciones. Por ello, teoriza que cada acción, pensamiento y afecto contendrá dosis variables de las pulsiones que habitan la psique humana. Esto permite formular el concepto de una energía neutra única que puede ser pintada por el amor o el odio, por la vida o la muerte; sería una energía anodina, cuya cualidad se añadiría a posteriori. Rocabert considera esta postura más coherente que asumir que esa energía neutra es una forma de Eros desexualizado que luego se resexualiza. Esta hipótesis constituye un punto central de su reconceptualización. Además, Rocabert considera que el término “pulsión de muerte” ha acogido ideas provenientes de distintos campos conceptuales: como una fuerza silenciosa que conduce al sujeto humano hacia un desenlace final (la muerte), derivada de un programa genético que pertenece a un campo distinto del de la agresión y la destructividad. Mantiene que la agresión o destructividad no corresponden necesariamente a la actividad de una presunta pulsión de muerte. Explora la destructividad a fondo, que deriva del instinto agresivo y puede desviarse y dar lugar a distintas formas de agresión, algunas de ellas orientadas a preservar la vida, otras que apuntan a un proceso dinámico diferente del dictado por el principio de placer-displacer propio de la psicosexualidad. Llama a este tipo de agresión, “agresión fría”, la cual no cesa con la descarga (como ocurre con la sexualidad), sino que, por el contrario, es una fuerza que tiende a incrementarse gradualmente y que requiere de acciones agresivas cada vez más violentas. VI. F. EL PSICOANÁLISIS PERUANO Y LAS PULSIONES: LA INTERFAZ ENTRE PSICOANÁLISIS Y FILOSOFÍA En Perú , algunos autores intentan comparar el concepto psicoanalítico de pulsión con las propuestas provenientes de la filosofía, delineando las bases epistemológicas de la teoría psicoanalítica para encontrar sus fundamentos científicos y específicos, diferenciados del campo de la filosofía.

676

Made with FlippingBook - Online magazine maker