Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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pues, al igual que ellos, sostiene que no es posible experimentar una “pulsión” fuera del entorno intersubjetivo. “Las pulsiones solo pueden experimentarse en relaciones objetales (escenificadas en la realidad o en la fantasía), es decir, en una interacción con el objeto, sea real o fantaseado. […] En cuanto a las necesidades del psicoanálisis, ni las estructuras del yo ni los impulsos del ello pueden concebirse fuera de las “presentaciones”, contextos de sentido entendidos como interacción” (Lorenzer, 1977, p. 127). De la Puente sugiere que Lorenzer también ha dado un paso hacia la conciliación entre la explicación psicoanalítica y una explicación capaz de subrayar la relación dialéctica entre el mundo y la mente. Concluye: “Mi propuesta es que el psicoanálisis debe superar gradualmente el cartesianismo, en un camino que ya han recorrido, entre otros, Fairbaird, Kernberg, Lorenzer, Winnicott, Loewald y, más recientemente, Marcia Cavell (2006), quien sostiene que cualquier teoría del autoconocimiento debe considerar que el mundo externo forma parte de la fabricación del mundo interno, y que este “mundo interno” se desarrolla necesariamente a través de la interacción” (De la Punte, 2011, p. 184). En general, De la Puente sitúa el concepto psicoanalítico de pulsión dentro del contexto intersubjetivo. VI. G. DESARROLLOS EN EL PSICOANÁLISIS CHILENO En Chile , Marcela Fuentes y Marie France Brunet han explorado el concepto de pulsión de muerte, mayormente a través de autores europeos. (Otra autora chilena, Pilar Cubillos, se incluye en la sección sobre interdisciplinariedad, VII B.) VI. Ga. Marie France Brunet Marie France Brunet (2002, 2013, 2019) explora diversos aspectos del concepto de pulsión en dos artículos y un libro: En “En torno a los conceptos de envidia primaria y pulsión de muerte”, revisa el concepto de pulsión de muerte a través de aspectos de la teoría de Melanie Klein, que combina con varios autores poskleinianos y franceses. Específicamente, explora los conceptos de pulsión de muerte, envidia primaria y la relación entre ambos. En “El par pulsión-objeto. Homenaje a Green”, examina cómo André Green discute la interpretación freudiana de la pulsión de muerte, especialmente el espacio limitado que Freud otorgó al objeto en el proceso de estructuración psíquica. Brunet señala que, en el modelo estructural de 1923, Freud ubica las pulsiones de amor, vida y muerte en el Ello, sin presentaciones ni contenido. La inclusión de las pulsiones destructivas dentro del aparato psíquico sugiere que hay algo que nunca alcanza la condición de organización simbólica de la presentación inconsciente. En su forma bruta, los impulsos instintivos que escapan a la transformación en representación simbólica buscan la descarga en la acción. Si este modelo de “acción” prevalece,

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