Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

Volver a la tabla de contenido

Según Racker, tales temperaturas sólo se logran si el analista proporciona suficiente calor (suficiente contratransferencia positiva) a la situación analítica. Cierta asepsia, observó, no debería impedirnos mostrar interés y afecto hacia el analizando, porque sólo Eros puede generar Eros. Ciertas defensas del analista contra aspectos de su propio inconsciente pueden obstaculizar su tarea cuando se enfrenta al inconsciente del analizando. Estas defensas se manifiestan en forma de distanciamiento excesivo, inflexibilidad, frialdad y conductas inhibidas en presencia del analizando. Siguiendo a Freud, Racker consideró que la transferencia debía interpretarse cuando la empleaba la fuerza de la resistencia. Sin embargo, se distanció de Freud al señalar que las “resistencias de transferencia”, como pueden ser las ansiedades de transferencia, aparecen desde el principio del análisis y, por tanto, deben abordarse desde el comienzo. Racker afirmó que la transferencia es resistencia, pero también es lo resistido. Esto lo explicó a partir de una idea freudiana, que se encuentra en Más allá del principio del placer (1920), y trata de la posición del analista, que se une con el ello y su tendencia a la repetición, y lucha contra las resistencias del yo que se oponen a la repetición. Racker sugiere que la resistencia se presenta en la repetición. Según Racker, la terapia analítica se basa en el análisis de la neurosis de transferencia. La transferencia es la resistencia, así como lo resistido, es decir, el analizando repite las defensas infantiles (que forman las resistencias de transferencia) para no tomar conciencia de ciertas situaciones de ansiedad infantil que está a punto de volver a experimentar dentro de la transferencia. Explicó que, además, ciertas resistencias a la consciencia no están conectadas a hechos reales, sino a algo que nunca ha pasado y que, por consiguiente, se vuelve a experimentar en el presente. En esta afirmación, Racker parecía estar refiriéndose a aquello que no ha logrado inscribirse y, por tanto, pervive en un presente constante. Racker afirma que “todo ‘recordar’ representa al mismo tiempo una determinada relación transferencial y todo rechazo del recordar representa el rechazo de una determinada relación transferencial” (Racker, 1958, p.63). Para probar la existencia de la resistencia originada en la contratransferencia, Racker toma como punto de partida la afirmación freudiana de que el analista desea que el paciente recuerde las cosas como pertenecientes al pasado, en lugar de repetir lo reprimido como algo presente y en transferencia. En la teoría de Racker, la transferencia y la contratransferencia son dos componentes de una unidad que se retroalimenta. En la contratransferencia, Racker establece una distinción entre una respuesta del analista a la transferencia manifiesta y otra respuesta a la transferencia que es más latente, en potencia, pero ha sido reprimida y bloqueada. La contratransferencia es una expresión de la relación del analizando con sus objetos internos y externos y, además, constituye una experiencia real; por esta

729

Made with FlippingBook - Online magazine maker