Volver a la tabla de contenido
evaluaciones reflexivas de los primeros cuidadores; 4. La ansiedad, una amenaza a la seguridad, solo puede darse en un contexto interpersonal; 5. El sí-mismo mantiene su integridad mediante una falta de atención selectiva hacia los aspectos de la conducta que provocan la ansiedad; 6. La base de los conceptos morales radica en la percepción del niño de la aprobación o desaprobación de los padres; 7. La sexualidad es importante pero no la principal fuerza motivacional de la vida; 8. La psicopatología se deriva de la erupción de los estados del sí-mismo que fueron disociados y cuya expresión causa ansiedad; 9. El tratamiento debe centrarse en el contexto relacional de la ansiedad; y 10. Como resultado, la participación activa del terapeuta es más deseable que su anonimato. La contratransferencia desempeña un papel central informativo y orientativo en el tratamiento” (Akhtar, 2009, p. 151). En general, se considera que Sullivan presta poca atención a los procesos del interior psíquico o a las raíces genéticas de la transferencia.
V. B. Desarrollos contemporáneos
V. Ba. Kernberg Desde finales de la década del setenta, Otto F. Kernberg empezó a desarrollar una versión de la teoría de las relaciones objetales dentro del modelo estructural de Freud y de la psicología del Yo de Hartmann. Desde su enfoque, las relaciones objetales son entendidas como “un organizador esencial del yo” (Kernberg, 1976, p. 38) y “unidades del sí-mismo-objeto-afecto” (Kernberg, 1976) que determinan las principales estructuras de la mente (ello, yo y superyó). Para acabar de consolidar esta integración teórica, Kernberg (2004, 2015) propuso un marco general que integra la psicología evolutiva, cimentada en la teoría de las relaciones objetales, con los aspectos neurobiológicos del desarrollo. Sus estudios hacen referencia al desarrollo paralelo y mutuamente influyente entre los sistemas afectivos y cognitivos neurobiológicos, controlados por determinantes genéticos, y los sistemas psicodinámicos, que se corresponden con la realidad y las distorsiones provocadas de las relaciones internas y externas con otras personas significativas. Según este modelo (Kernberg, 2004, 2014, 2015, 2016), los campos relevantes del desarrollo neurobiológico, a saber, la activación de los sistemas afectivos, la diferenciación del sí-mismo de los demás, el desarrollo de una teoría de la mente y de la empatía, la evolución de la estructura del sí-mismo y el desarrollo de los procesos de mentalización se integran dentro del contexto de la teoría de las relaciones objetales psicoanalíticas. Al combinar los estudios neurobiológicos del desarrollo con el psicoanálisis evolutivo, Kernberg (2015) destaca la complejidad dinámica de las primeras semanas y meses de vida. Ya durante la “fase simbiótica” de la fusión “somatopsíquica- delirante” (Mahler et al., 1975, p. 45), marcada por la ausencia de límites entre el sí-
734
Made with FlippingBook - Online magazine maker