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Bion indica que las emociones y la experiencia emocional existen como una forma de Realidad Última, cosa en sí o Forma Platónica, lo que refuerza su argumento de que las emociones primarias son Verdad. La experiencia emocional sentida, o los sentimientos, surgen como productos de procesos de transformación de la experiencia emocional primaria, equiparada con la Verdad y el signo O. El sentimiento es similar a una pintura de la experiencia emocional. Dicho a la inversa, como productos de transformaciones, las experiencias emocionales con nombre, como los sentimientos de alegría y tristeza, no están representados por el signo O. La mayoría de los escritos psicoanalíticos sobre la teoría de las transformaciones se centran en O. Sin embargo, es importante recordar que Bion tituló su libro Transformaciones y no O. Bion empezó a explorar la complejidad conceptual de O en los últimos capítulos de Transformaciones , cuando añadió los vértices del misticismo y la religión a los del psicoanálisis, el arte y las matemáticas. Más tarde, amplió sus investigaciones sobre O en su cuarto libro, Atención e Interpretación (Bion 1970, VI , pp. 213-330). II. Db. Las transformaciones como modelo observacional del cambio Un ejemplo que se emplea a menudo para representar las transformaciones como procesos de cambio proviene de Platón. En la traducción inglesa más conocida, Platón atribuye las siguientes palabras a Sócrates, quien habla del filósofo griego Heráclito: “dice en alguna parte Heráclito que todo fluye y nada permanece, y asemejándolo a la corriente de un río, dice que no podrías entrar dos veces en el mismo río” (Platón Crátilo 402a, p. 67) o, dicho de manera más coloquial, “no puede bañarse dos veces en el mismo río”. El río en el que uno entra es la realización, y sus aguas fluyen –se transforman– continuamente. Las aguas, al momento de intervenir, son los productos observables del interminable flujo de transformaciones del río. El concepto inmaterial “río” es la invariante que permanece constante mediante las transformaciones de todas las aguas del río. Estas afirmaciones presentan lo que podríamos llamar un modelo observacional de los ríos y no ofrecen una teoría explicativa de por qué los ríos son como son. De la misma forma, la teoría de las transformaciones, a pesar de su nombre, ofrece un modelo para observar la evolución y el crecimiento de la vida mental, y no una teoría explicativa para interpretar por qué el estado mental de una persona es de determinada manera. Bion parece no haber escrito nada que mencione a Heráclito, aunque Grotstein escribió sobre su análisis con Bion: “En una ocasión me recordó el kōan de Heráclito…” (Grotstein 2007, p. 27; ver también p. 213). Un momento de reflexión revela la importancia del concepto de transformaciones en circunstancias externas a la mente. El modelo de las transformaciones se aplica a los ríos, las estaciones, el ciclo de la vida, el arte, la filosofía, las matemáticas, la religión…, es decir, a todo lo que cambia con el tiempo, tanto vivo como inerte. Puede aplicarse de forma tan amplia y a tan gran escala, que el concepto prácticamente se rinde al sentido común. Bion aplica este modelo
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