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produce una supresión de los sentimientos de terror provenientes de la ausencia del objeto. Las formas autísticas consisten en experiencias sensoriales que adquieren formas que son completamente particulares de ese individuo, no compartidas con otros. Se trata de experiencias con objetos blandos y con sustancias corporales que se sienten reconfortantes y paliativas. Su acción física promueve los rudimentos de la noción de límites que contienen un espacio en su interior (Tustin, 1986, 1990). Además, Korbivcher (2005, 2010, 2013b, 2017) desarrolló ideas que vinculaban el fenómeno autístico y no integrado con la teoría de Bion, especialmente con la teoría de las Transformaciones y sus pensamientos sobre la mente embrionaria escritos en sus últimos artículos. La noción de Bion sobre una mente multidimensional ofrece una base para la idea de otros tipos de transformaciones. Korbivcher expandió la inclusión de Tustin de los fenómenos autísticos y no integrados en la teoría de las Transformaciones y propuso la constitución de dos nuevos grupos de transformaciones: las transformaciones autísticas y las transformaciones no integradas , que podrían ubicarse junto con las transformaciones del rango neurótico y psicótico. Las transformaciones autísticas, según Korbivcher, se desarrollan en un ambiente autístico, lo que implica la ausencia de la noción de objeto. Se sustituye la relación entre “yo” y “no-yo” por “objetos sensaciones” –objetos autísticos y formas autísticas– sin representación en la mente. La ausencia de vida emocional, el vacío y las actividades autosensoriales son algunas de las invariantes de las transformaciones autísticas. Cuando Bion introdujo el concepto de transformaciones en alucinosis en la teoría de las Transformaciones (1965), amplió considerablemente el campo de observación del psicoanálisis. Subrayó que los fenómenos psicóticos tenían distintas cualidades de las consideradas hasta entonces como fenómenos de identificación proyectiva. Con la introducción de las transformaciones autísticas a la teoría de las Transformaciones, se amplía aún más el campo de los fenómenos. Los fenómenos de no representación presentes en la mente están incluidos en las transformaciones autísticas, lo que hace que esas transformaciones pertenezcan a un universo separado – un área autística – organizado por una lógica específica, diferente de las neurosis y la psicosis. En las áreas neuróticas y psicóticas, según Bion (1962b), los vínculos emocionales L (Amor), H (Odio), K (Conocimiento) y sus negativos impregnan cualquier relación que conecta los objectos. En el área autística, sin embargo, no existe la noción de objeto interno o externo, por lo que podemos suponer que se trata de un área de ausencia de vínculos, un área de “no-vínculos” . La dimensión de la mente a la que pertenecen estas transformaciones autísticas es la de “existir” o “no existir”, y no K o – K (conocimiento; no conocimiento), como ocurre en los grupos de transformaciones propuestos por Bion.
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