Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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Estas transformaciones en sueños se convierten en el “vértice” organizador del campo (ver entradas INTERSUBJETIVIDAD, CONTRATRANSFERENCIA, TEORÍAS Y CONCEPTOS DEL CAMPO PSICOANALÍTICO) y producen “personajes” que generan derivados narrativos que transforman la relación analista- paciente. Por tanto, sesión tras sesión, analista y paciente modifican su posicionamiento para que la actividad de deconstrucción o “desconcretización” del texto manifiesto se abra a tantos niveles de interpretación como sea posible, así como a la intercepción de una amplia polisemia de significados en el relato del paciente. “Al combinar el concepto de pensamiento onírico despierto de Bion con los del campo y los personajes de la sesión, llegamos a un espacio-tiempo en el que torbellinos de elementos-β se transforman por la “función-α” del campo en pensamientos oníricos del campo. Éstos los trabajamos con transformaciones narrativas (que no están descodificadas, pero en las que tiene lugar la transformación mediante el estímulo de la narración), además de las transformaciones clásicas descritas por Bion (1965) (transformaciones en moción rígida, transformaciones proyectivas y transformaciones en alucinosis) y la transformación en sueños como la planteé yo mismo.” (Ferro 2009, p. 219). III. Cb. Fernando Riolo Riolo (2007) considera los diferentes tipos de transformación bioniana como formas asumidas por las relaciones entre las partes psicóticas y no psicóticas de la personalidad, es decir, entre, por un lado, la parte que es capaz de tolerar el conflicto y la frustración, y, por otro, la parte caracterizada por la omnipotencia, el odio, la envidia, la avaricia y la rivalidad, que es incapaz de tolerar la ausencia de satisfacción y la existencia de objetos independientes del sí mismo, de modo que tiene que construir una realidad interna y externa dirigida a la evacuación de la frustración, la experiencia del sí mismo y el conocimiento del sí mismo. Según Riolo (2007), el destino del significado se encuentra entre estos dos procesos: junto con el afecto y la representación se puede reconocer, reprimir, proyectar, negar o expulsar el significado. Riolo concluye que el análisis, en su sentido cooperativo, se convierte en un sistema de transformaciones mediante las cuales los procesos somatopsíquicos inconscientes, sean o no reprimidos, adquieren las condiciones para la representabilidad y se vuelven susceptibles de ser traducidos en pensamientos y significados. De hecho, en esto consiste la transformación analítica: lo que empezó siendo una cantidad pulsional o afectiva, una sensación, emoción o acción, se convierte en una imagen onírica, la representación de un deseo o angustia, una palabra, una interpretación o un significado.

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