Nunca Es Demasiado Tarde
lugar a nivel nacional el verano del año pasado. Y cada año animamos a que se pongan la vacuna contra la influenza todos los que puedan. Pronosticamos que este año PCOA lanzará nuevamente una campaña para animar a que reciban las vacunas anuales quienes puedan hacerlo, incluyendo el refuerzo contra el COVID-19 y la vacuna contra la influenza. Lamentablemente, sabemos que hoy la salud pública es un asunto más polémico que antes. Y aunque en los atemorizantes inicios de la pandemia hubo sin duda algunos errores, hoy en día, como sociedad, estamos mejor de lo que pudiéramos estar sin los servicios públicos de salud. Al igual que muchas personas, aprecio todo lo que los servicios de salud pública nos brindan: agua limpia, un sistema eficiente de drenaje en la ciudad, esfuerzos para acabar con enfermedades transmisibles y, sí, las vacunas. ¡Hago un reconocimiento a nuestros trabajadores locales de la salud pública!
la pandemia por el COVID-19, que ha acabado con más de 1.1 millones de personas en Estados Unidos y cerca de siete millones a nivel mundial. Aún con los terribles índices de mortandad, ciertamente hubiera sido peor sin los esfuerzos en salud pública que se hicieron a nivel mundial y la labor de muchos profesionales de la salud dedicados y entregados, así como otros trabajadores fundamentales. Los esfuerzos en salud pública son innumerables e incluyen investigación, vacunación, educación pública, seguimiento y suministro de equipo de protección, entre otras muchas medidas. Recuerdo que cuando era joven recibí mi primera vacuna contra la poliomielitis. Mis padres, mi hermano y yo hicimos fila para recibir la vacuna en la cafetería escolar, donde mi padre era el subdirector. Los esfuerzos de salud pública aseguraron que nadie de mi familia tuviera poliomielitis. Y desde entonces he sido diligente con las vacunas, incluyendo las cinco dosis de la vacuna contra el COVID-19. Estas medidas que salvan vidas son el resultado de la investigación médica y de los esfuerzos en salud pública. En PCOA emprendimos una importante labor de promoción de las vacunas contra el COVID-19. Tal vez recuerdan la campaña mediática Take Your Shot que obtuvo el primer
A mediados de marzo, Tucson reconoció el 150 aniversario de la fundación de Camp Lowell. En la primavera de
1873, el cuartel del Ejército en lo que hoy en día es el centro de Tucson se trasladó a siete millas a las afueras del pueblo en lo que hoy conocemos como Ft. Lowell Park. Entre los muchos oficiales y soldados apostados en el cuartel durante sus 18 años de existencia estaba el doctor Walter Reed, un nuevo teniente primero. Fungió como cirujano durante casi un año en 1875. Tal vez han escuchado hablar del doctor Reed, sobre todo porque el hospital militar en Washington, D.C. (ahora Bethesda, MD) lleva su nombre. Este fue un homenaje presentado al Dr. Reed debido a que encabezó la comisión que, a finales del siglo XIX, comprobó que el virus de la fiebre amarilla se propagaba a través de los mosquitos. Confirmó una teoría presentada por el médico cubano Carlos Finlay y fue uno de los mayores éxitos de la salud pública de nuestros tiempos. El descubrimiento llevó a la erradicación de la fiebre amarilla, que en la década de 1790, acabó con cerca del 10 % de la población de Filadelfia. Hoy nos encontramos en lo que esperamos que sea el fin de
W.Mark Clark Presidente y CEO
April 2023, Never Too Late | Page 21
Pima Council on Aging
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