simplemente un excelente maestro de la moral.
Tendría que ser o bien una persona lunática (al
mismo nivel del hombre que asevera ser un huevo
tibio) o bien tendría que ser el mismísimo diablo del
infierno. Usted necesita elegir cómo va a ver a
Jesús. Este hombre fue, y sigue siendo, el Hijo de
Dios, o de lo contrario fue un hombre loco o algo
peor. Usted puede tomar la decisión de pensar que
Jesús debería haberse quedado callado porque en
realidad era un necio; o puede escupirle y decidir
que era mejor que le quitaran la vida porque en
realidad era un demonio. La otra opción es que
usted caiga postrado a sus pies y lo reconozca como
Señor y Dios. Pero no nos acerquemos a Él con una
actitud insensata y condescendiente diciendo que Él
fue simplemente un gran maestro y un excelente ser
humano. Él no dejó abierta esa opción. No era su
intención que lo entendiéramos de esa forma ”.
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