160 Puesto que Dios es santo, es decir que en Él no hay nada incorrecto ni el más mínimo asomo de maldad, es imposible para los seres humanos entrar en su presencia [Isaías 6:1- 5; 1 Juan 1:5]. Así como a usted otra persona no le permitiría caminar sobre su alfombra blanca y costosa con zapatos grasosos y llenos de barro, Dios tampoco puede tolerar el pecado en el cielo. Si fuéramos al cielo sin un cambio fundamental de nuestra naturaleza pecaminosa, contaminaríamos y destruiríamos el cielo tal como lo hemos hecho con la tierra. El hecho es que ninguna persona llega a la medida de la perfección de Dios. Si todos hiciéramos una fila frente al Gran Cañón y tratáramos de cruzarlo de un salto, algunos probablemente saltarían más lejos que otros, pero la realidad es que ninguna persona llegaría a dar un salto a la medida necesaria para cruzar de un lado al otro [Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23]. Esta verdad es difícil
Made with FlippingBook Digital Proposal Creator