Creer en un Dios que no puedes ver

En una ocasión tuve un paciente en un hospicio que se llamaba Fred. Era un anciano granjero que estaba muriendo de cáncer. Le pregunté: “ Fred, quiero hacerte una pregunta muy honesta. ¿Cómo estás emocional y espiritualmente? ” Me respondió: “ No muy bien. Creo que voy para ese otro lugar [el infierno]”. Luego le pregunté si alguna vez había escuchado la historia del hijo pródigo , tal como la había narrado Jesús. Él no tenía la más remota idea de lo que yo le estaba hablando, de forma que procedí a leerle la historia en el capítulo 15 del libro de Lucas. Es una parábola sobre un joven que tomó su porción de la herencia de su padre, se fue a una tierra lejana y festejó de forma libertina con sus amigos, mujeres, vino y música. Al poco tiempo desperdició y acabó con toda su herencia. Entonces hubo una hambruna y el joven tocó fondo. Cuando volvió en sí, se comió su orgullo y decidió retornar a la casa

182

Made with FlippingBook Digital Proposal Creator