Creer en un Dios que no puedes ver

INTRODUCCIÓN

Me gustaría invitarlo a un viaje que podría cambiar su vida. ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Cuál es nuestro destino? Hacia un encuentro con Dios. Sé que es todo un reto. Es probable que usted no crea en Dios; pero quiero decirle que eso no es un problema para emprender este viaje. También sé que tiene razones por las cuales piensa de esa forma, pero quiero asegurarle que prefiero realizar este viaje con un escéptico honesto y no con una persona creyente que no está dispuesta a considerar diferentes opciones o pensamientos. Antes de partir debo pedirle dos favores. El primero es que me dé el beneficio de la duda. Antes de ignorarme o de abandonar el viaje, ¿puedo por lo menos pedirle que lea lo que tengo que decir? De eso precisamente es de lo que se trata el tener una mentalidad dispuesta a considerar las diferentes opciones.

4

Made with FlippingBook Digital Proposal Creator