Una noche una mujer trajo a su esposo al
hospital siquiátrico en el que yo trabajaba. El
hombre estaba tan borracho que no podía
mantenerse en pie. Le pregunté si asistía a
Alcohólicos Anónimos y me respo ndió: “ No, yo
no creo en todas esas historias de Dios ”. Su
esposa le replicó: “ Deberías creer en Dios ”; a lo
cual el hombre respondió: “ No creo que Dios
exista ”. No pude resistir la tentación y le dije:
“ Creo que hay una forma fácil de probarle que Dios
existe. ¿Ve ese cuadro hermoso que está detrás de
usted? ¿Me creería si le dijera que hubo una
explosión en una fábrica de pinturas que hizo volar
pintura por todo lado y al azar generó ese cuadro? ”
El hombre me contestó: “ No ”. Le pregunté:
“ ¿Por qué no? ” y me dijo: “ Sencillamente eso no
podría suceder ”. Le respondí: “ De forma que cada
vez que vemos un diseño , sabemos que hay un
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