ocasiones odiemos esa realidad con todo nuestro corazón, ese es el precio que conlleva el tener la libertad de elegir. Puesto que Dios nos ha dotado de libre albedrío, podemos amarlo u odiarlo. Podemos amar a las personas o abusar de ellas. Cada ser humano posee el potencial de hacer cosas muy buenas o cosas muy malas. La segunda razón por la cual Dios no puede ser malo es porque Él escribió el libro que contiene las reglas. Por definición, Dios es el único que puede verdaderamente definir algo bueno como “bueno” y algo malo como “malo”. Las cosas son cómo Él las dice. Nuestra evaluación de Dios no tiene gran importancia. Si Él nos creó, ¿quiénes somos nosotros para sentarnos a juzgarlo? Al hacerlo, estaríamos usando los cerebros que Él mismo creó para criticar al creador. Sería exactamente como si un personaje de un libro criticara al autor de la historia por la forma en
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