Una cosa es hablar de que no existen los absolutos y otra muy diferente vivir en el mundo real en el que el cien por ciento de las cosas sea consistente con esa creencia. Así como nosotros podemos distinguir entre el bien y el mal, también Dios debe poder diferenciar entre el bien y el mal, lo cual significa que Él es sabio, no que sea parcialmente malvado. No tiene sentido que un Dios que sea totalmente sabio haga el mal conscientemente. Por tanto, volviendo a mi argumento original sobre cómo es Dios, debo manifestar que es ilógico aceptar la famosa noción de que Dios es un tipo de “Fuerza” impersonal que puso las cosas a andar y se alejó de la escena, tal como lo ha hecho popular la famosa serie de La Guerra de las Galaxias . Dios es mucho más que una fuerza impersonal. Él es infinitamente personal y todopoderoso. Hablando en términos lógicos, Dios tiene que ser así.
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