Entendiendo Mateo Capítulo Ocho LECCIÓN NUEVE: Sanaciones, Enseñanzas y Milagros
contrario, Su toque hizo limpio al leproso. Esta inversión demuestra una verdad fundamental sobre el ministerio de Jesús: Su santidad es más poderosa que nuestra impureza. En lugar de ser contaminado por el quebrantamiento del mundo, Él lo transforma con Su presencia. Las palabras de Jesús coinciden con la compasión de Su toque: "¡Quiero, sé limpio!" Esta simple declaración revela tanto Su corazón como Su autoridad. Él desea la sanación y la restauración, y Su palabra por sí sola es suficiente para lograrlo. Además, el hombre fue limpiado inmediatamente — no hubo retraso entre el mandato de Jesús y su cumplimiento.
Pero ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio". Esta orden cumple varios propósitos: • Evita que la misión de Jesús se reduzca a la de un hacedor de milagros, lo que podría atraer multitudes que buscan solo sanación física.
Asegura que el hombre sanado siga los procedimientos levíticos adecuados para ser declarado limpio, permitiéndole reingresar a la sociedad legalmente.
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• Proporciona un "testimonio" oficial a las autoridades religiosas a través de la verificación del sacerdote de la sanación milagrosa. El mandato de silencio aparece repetidamente en el Evangelio de Mateo y a veces se denomina el "Secreto Mesiánico". Jesús a menudo intentaba controlar cómo y cuándo se revelaba Su identidad, asegurándose de que las personas entendieran que Su misión no era solo realizar milagros sino traer el reino de Dios.
Una Orden de Silencio
Curiosamente, después de sanar al leproso, Jesús le instruye: "Mira, no se lo digas a nadie.
Una Imagen de la Salvación
El Pastor Skip Heitzig enfatiza que esta curación es una ilustración viva de la salvación. Jesús nos encuentra en nuestra decadencia espiritual, nos toca sin ser contaminado por nuestro pecado y nos restaura completamente. La palabra griega utilizada para “ limpiado ” ( καθαρίζω, katharizō) es la misma palabra usada en 1 Juan 1:9 —“ Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. ” Este primer milagro en Mateo 8 muestra que Jesús no solo enseña sobre la transformación — Él tiene el poder para hacerla realidad. El hombre que una vez estuvo aislado y considerado intocable ahora está limpio y puede volver a unirse a la comunidad. De manera similar, a través de Cristo, nosotros que una vez estuvimos separados de Dios por el pecado
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