Entendiendo Mateo Capítulo Nueve LECCIÓN DIEZ: El Mesías Sanador Que Da Vida por Fe
4. La gracia desafía el orgullo religioso. La reprensión de Jesús a los fariseos nos recuerda que la religiosidad externa sin misericordia no refleja el corazón de Dios. 5. Los enfermos reconocen su necesidad; los autosuficientes no. Solo quienes admiten su quebrantamiento experimentan la sanidad que Jesús ofrece.
Pregunta 2: Cuando Jesús llamó a Mateo, vio no solo quién era Mateo, sino en quién podría llegar a convertirse. ¿Cómo podríamos estar perdiendo oportunidades de ver a las personas — o incluso a nosotros mismos — a través de ese mismo lente de gracia y potencial?
LA PREGUNTA SOBRE EL AYUNO (MATEO 9:14-17)
Perspectivas y Reflexiones
1. Jesús ve el potencial, no solo los errores del pasado. Jesús no definió a Mateo por su reputación o pecados, sino por lo que Dios podía hacer a través de él. 2. La obediencia inmediata revela confianza. Mateo dejó una carrera lucrativa al instante. La fe verdadera a menudo requiere una entrega inmediata y costosa. 3. El evangelismo comienza naturalmente con gratitud. Mateo no esperó a ser "capacitado"; simplemente invitó a quienes conocía a encontrarse con Jesús.
Poco después, los discípulos de Juan el Bautista se acercan a Jesús con una pregunta sobre el ayuno. Se preguntan por qué los discípulos de Jesús no ayunan con la misma rigurosidad que ellos y los fariseos. Jesús responde con tres analogías: 1. El Esposo (Mateo 9:15): Jesús compara Su presencia entre los discípulos con la de un esposo en una celebración de bodas. Mientras Él está con ellos, es un tiempo de gozo, no de luto. El momento para ayunar llegará cuando Él les sea quitado. 2. El Remiendo en un Vestido Viejo (Mateo 9:16): Jesús explica que nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque al encogerse, el remiendo se desprenderá del vestido, y el desgarrón será peor. 3. Vino Nuevo en Odres Viejos (Mateo 9:17): El vino nuevo debe echarse en odres nuevos, porque al fermentar y expandirse, el vino reventaría los odres viejos, que ya no son flexibles. Estas analogías comunican una verdad profunda: Jesús no ha venido a remendar el judaísmo ni a encajar dentro de sus estructuras existentes. Él trae algo completamente nuevo — el nuevo pacto de la gracia — que no puede ser contenido por antiguas formas y tradiciones religiosas. El pastor Skip señala que Jesús no estaba aboliendo la práctica del ayuno, sino redefiniendo su propósito. Los discípulos ayunarían después de la partida de Jesús, pero su ayuno estaría motivado por el anhelo del
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