Estudio Bíblico Leccións Uno - Catorce Libro de Mateo

Entendiendo Mateo Capítulo Doce LECCIÓN TRECE: Más Grande Que el Templo, Más Profundo Que la Religión

ENTENDIENDO MATEO 12

Mateo 12 es donde las cosas comienzan a calentarse. Los líderes religiosos ya no solo están frunciendo el ceño ante Jesús — están afilando activamente sus espadas teológicas. El capítulo está lleno de drama: acusaciones, milagros, confrontaciones intensas, e incluso una interrupción familiar. Pero debajo de la tensión, Jesús está dejando algo abundantemente claro: Él no es solo otro rabí con ideas radicales. Él es el cumplimiento de todo a lo que la Ley, el Templo y los profetas siempre apuntaron. Este capítulo nos invita a examinar si nos estamos aferrando a la religión o respondiendo a Aquel que esta estaba destinada a revelar. Vamos a desglosarlo comenzando con Mateo 12: 1 — 14)

discípulos de Jesús — excepto que era sábado. Aparecen los fariseos, como vigilantes autoproclamados del vecindario: "¡Ajá! ¡Los pillamos! ¡Están quebrantando la ley!" La cosa es que no lo estaban haciendo. Según la ley del Antiguo Testamento, lo que hicieron los discípulos era totalmente permisible (ver Deuteronomio 23:25). Pero para la época de Jesús, las reglas del sábado se habían estirado más que un globo de dos días. Los fariseos habían añadido capa tras capa de regulaciones hechas por el hombre al sábado — tanto que algo tan simple como arrancar grano era considerado "cosechar," y por lo tanto clasificado como trabajo, lo cual estaba estrictamente prohibido. Pero Jesús responde con tres ejemplos poderosos — y francamente brillantes — que redefinen completamente la conversació.

David y el Pan Santo

Jesús comienza con una historia que todo fariseo conocía: David, huyendo del rey Saúl, comió el pan consagrado destinado solo para los sacerdotes (1 Samuel 21). Técnicamente contra la ley, claro — pero Dios no lo fulminó. ¿Por qué? Porque la necesidad humana superó el cumplimiento ritual de las reglas. Como dice el Pastor Gary Hamrick, las leyes de Dios

SEÑOR DEL SÁBADO (12:1 – 14)

E¿Alguna vez has caminado por un campo en un día tranquilo, arrancando algunas espigas de grano como un refrigerio improvisado? Eso es exactamente lo que estaban haciendo los

183

Made with FlippingBook interactive PDF creator