Entendiendo Mateo Capítulo Catorce LECCIÓN QUINCE: Jesús en el Dolor, la Provisión y el Poder
fructíferas del ministerio a menudo emergen de nuestros momentos más difíciles." Jesús no esperó hasta que Su dolor fuera resuelto para servir a otros; más bien, permitió que Su dolor se convirtiera en un canal para una compasión más profunda. EL COSTO DE LA VERDAD - LA MUERTE DE JUAN EL BAUTISTA (14:1 – 12) Mateo abre el capítulo recordando la muerte de Juan el Bautista, la cual Herodes Antipas ordenó. Juan había confrontado a Herodes por casarse con Herodías, la esposa de su hermano Felipe — una violación directa de la ley levítica (Levítico 18:16). La audacia profética de Juan le costó su libertad y, eventualmente, su vida. El Contexto Político y Moral Para entender completamente esta narrativa, debemos comprender las dinámicas políticas complejas de la familia herodiana. Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y Perea, había estado casado con la hija del rey nabateo Aretas IV. Sin embargo, durante una visita a Roma, se enamoró de Herodías, quien estaba casada con su medio hermano Felipe (no el tetrarca Felipe, sino otro Felipe que era un ciudadano privado). El matrimonio de Herodes con Herodías violaba tanto la ley judía como las normas sociales. La ley mosaica específicamente prohibía casarse con la esposa de un hermano mientras el hermano estuviera vivo (Levítico 18:16; 20:21). Además, Herodías había dejado a su primer esposo para casarse con Herodes, lo cual constituía adulterio bajo la ley judía. Juan el Bautista, como profeta de Dios, no podía permanecer en silencio ante esta
violación flagrante de la ley divina. El Pastor Gary Hamrick enfatiza que "Juan entendía que los líderes políticos no están exentos del juicio moral de Dios." Su confrontación con Herodes no fue motivada por malicia personal sino por fidelidad profética.
La Trampa de la Fiesta de Cumpleaños
En la fiesta de cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías (tradicionalmente identificada como Salomé, aunque Mateo no la nombra) danzó ante los invitados. Su actuación agradó tanto a Herodes que, en un momento ebrio e imprudente, públicamente prometió darle cualquier cosa que pidiera, "aun la mitad de mi reino."
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