Entendiendo Mateo Capítulo Catorce LECCIÓN QUINCE: Jesús en el Dolor, la Provisión y el Poder
para una persona, ciertamente no suficiente para alimentar a miles. Sin embargo, Jesús no se desanimó por la aparente inadecuación de los recursos. En cambio, dijo: "Traédmelos acá." Su respuesta enseña un principio fundamental del reino: Dios no está limitado por nuestras limitaciones cuando ponemos lo que tenemos en Sus manos. El Método del Milagro Jesús tomó los cinco panes y los dos peces y siguió una secuencia específica de acciones:
Los discípulos se convirtieron en distribuidores del milagro. Jesús podría haber alimentado a la multitud directamente, pero eligió trabajar a través de las manos de Sus seguidores. Esta decisión les enseñó valiosas lecciones sobre participar en el ministerio divino. Imaginen la fe requerida para que los discípulos comenzaran a distribuir cinco panes a miles de personas. Cada vez que extendían la mano, debía haber más comida disponible. Experimentaron de primera mano la fidelidad de Dios para proveer mientras obedecían Su dirección. Satisfacción Completa Mateo registra que "todos comieron y se saciaron." Esta no fue una comida escasa donde cada persona recibió solo un bocado; fue una comida completa y satisfactoria. La provisión de Dios no solo satisfizo las necesidades básicas sino que proporcionó abundancia genuina. Además, "recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas." Las sobras no solo demostraron la abundancia del milagro sino que también proporcionaron sustento continuo. Significativamente, había una cesta llena para cada discípulo — como si Jesús les estuviera recordando que Aquel que provee para multitudes ciertamente cuidará de Sus siervos fieles.
Alzó sus ojos al cielo
Este gesto reconoció que la provisión vendría del Padre celestial, no de recursos terrenales.
Bendijo la comida
Jesús agradeció al Padre por lo que tenían; no se quejó por lo que faltaba. El Pastor Gary Hamrick señala que "la gratitud por pequeños comienzos allana el camino para mayores provisiones."
Partió los panes
El acto de partir era necesario tanto para la distribución como para la multiplicación. A menudo, debemos "partir" o liberar lo que tenemos antes de que Dios pueda multiplicarlo.
Se los dio a los discípulos
Lecciones Espirituales Profundas
El milagro de la comida enseña varias verdades profundas sobre la vida espiritual:
Jesús trabajó a través de agentes humanos en lugar de simplemente hacer aparecer comida de la nada. Este patrón revela que Dios prefiere trabajar a través de la colaboración humana en lugar de una intervención puramente sobrenatural.
Dios multiplica nuestra disponibilidad, no nuestra habilidad
Los discípulos no tenían la habilidad de alimentar a miles, pero sí tenían la
Discípulos como Distribuidores
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