Estudio Bíblico Leccións Uno - Catorce Libro de Mateo

Entendiendo Mateo Capítulo Catorce LECCIÓN QUINCE: Jesús en el Dolor, la Provisión y el Poder

aun un profeta — era el divino Hijo de Dios con autoridad sobre toda la creación. Pregunta 3 : ¿Qué "tormentas" en tu vida te están invitando a salir de la barca y caminar hacia Jesús? ¿Qué te impide dar ese paso de fe?

Lecciones Espirituales Profundas

La historia de Jesús caminando sobre el agua y la experiencia de Pedro enseñan verdades profundas sobre la vida espiritual

Las tormentas siguen a las victorias

Los discípulos habían experimentado un gran milagro con la alimentación de los 5,000, pero inmediatamente enfrentaron una tormenta desafiante. Esto nos recuerda que las victorias espirituales no nos inmunizan contra las pruebas futuras.

Jesús viene en nuestras tormentas

Jesús no previno la tormenta, pero no permitió que los discípulos la enfrentaran solos. Su presencia transforma la naturaleza de nuestras luchas.

Su presencia no solo nos rescata, sino que transforma nuestras circunstancias.

EL PODER DEL TESTIMONIO - GENESARET SANADO (14:34 – 36)

La fe requiere enfoque

Pedro caminó sobre el agua mientras mantenía sus ojos en Jesús, pero comenzó a hundirse cuando se enfocó en el viento. Nuestro enfoque determina nuestra experiencia.

El capítulo concluye con Jesús llegando a Genesaret, una región fértil en la orilla occidental del Mar de Galilea. Cuando la gente reconoció a Jesús, la noticia se extendió rápidamente por toda la región, trayendo a los enfermos de todas partes. Una Región Transformada Significativamente, esta era la misma región general donde la gente previamente había rogado a Jesús que se fuera después de que sanó al endemoniado gadareno (Mateo 8:34). Su rechazo anterior había sido motivado por el

El fracaso no es fatal

Cuando Pedro comenzó a hundirse, no se ahogó. Jesús estaba allí para rescatarlo inmediatamente. Esto nos asegura que nuestros fracasos en la fe no nos descalifican de la gracia de Dios. La presencia de Jesús lo cambia todo Cuando Jesús entró en la barca, el viento cesó.

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