Entendiendo Mateo Capítulo Diecinueva LECCIÓN VEINTE: Cuando Lo Bueno No Es Suficiente – El Costo de Vivir en el Reino
Es un desafío tanto a nuestras prioridades espirituales como a nuestra postura personal. ¿Estamos demasiado consumidos con "responsabilidades de adultos" para ver el valor de la simplicidad y la confianza? ¿Venimos a Dios con fe infantil — o escepticismo adulto? Pregunta 3: ¿Cómo se vería acercarse a Dios con confianza infantil en medio de nuestras complejas vidas adultas? Perspectivas y Reflexiones Los niños viven con dependencia sin filtrar. Confían instintivamente y piden audazmente, sin vergüenza o pretensión. Jesús no solo da la bienvenida a esto; lo celebra. En contraste, nuestras mentes adultas a menudo derivan hacia la autosuficiencia, creyendo que necesitamos tenerlo todo resuelto antes de venir a Dios. Pero ¿y si la verdadera madurez espiritual no es independencia, sino dependencia más profunda? Vale la pena preguntarnos: ¿Hemos confundido la "fe adulta" con religión cautelosa y calculada? ¿Estamos más enfocados en responsabilidades y productividad que en presencia con Dios? ¿Cuándo fue la última vez que hicimos una pausa en asombro ante algo pequeño — como un niño maravillándose ante una mariposa o haciendo una pregunta honesta sobre el cielo? Las palabras de Jesús nos invitan a ver las interrupciones no como distracciones sino como invitaciones divinas. Cuando los discípulos vieron a los niños como una molestia, Jesús los vio como modelos de grandeza del reino. Su misma simplicidad — humilde, curiosa, abierta — es la postura que Dios desea de nosotros. Así que deja que este sea un momento de reorientación. Si nos encontramos cansados de cargar demasiado, tal vez no es una señal de
fracaso sino un llamado a regresar. Un llamado a confiar como un niño, a recostarse como una hija, y a creer que en los ojos de Dios, no somos cargas que manejar sino hijos amados que bendecir. Una oración simple podría ayudarnos a reenmarcar nuestro día: “ Dios, ayúdame a venir a Ti no como alguien que lo tiene todo resuelto, sino como alguien que confía en Ti completamente — con corazón abierto, curioso, y dependiente ” EL JOVEN RICO: CUANDO LA RIQUEZA SE ENCUENTRA CON LA ETERNIDAD (MATEO 19:16 – 22)
Un joven se acerca a Jesús con una pregunta que suena noble: "¿Qué cosa buena haré para tener la vida eterna?" Sin embargo, su misma redacción revela dos creencias defectuosas. Primero, cree que es esencialmente bueno, citando un historial perfecto de guardar los mandamientos. Segundo, asume que la vida eterna puede ganarse — lograda a través del esfuerzo. Jesús responde primero listando mandamientos, luego yendo al corazón del asunto: "Vende tus posesiones, da a los pobres… entonces ven, sígueme." El hombre se
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