Entendiendo Mateo Capítulo Cinco LECCIÓN SEIS: Preparando el camino para vivir en el reino
alguien que vive “la buena vida” según la definición de Dios, no la del mundo. Jesús declara bendición sobre categorías de personas que el mundo nunca consideraría afortunadas.
La Progresión de las Bienaventuranzas
1. Pobres en espíritu (v.3) – Aquellos que reconocen su bancarrota espiritual y su completa dependencia de Dios 2. Los que lloran (v.4) – Personas que experimentan un dolor piadoso por el pecado y sus consecuencias 3. Los mansos (v.5) – Aquellos que someten humildemente su poder al control de Dios 4. Los que tienen hambre y sed de justicia (v.6) – Los que desean una relación correcta con Dios y con los demás 5. Los misericordiosos (v.7) – Aquellos que extienden compasión y perdón a los demás 6. Los de corazón puro (v.8) – Los que tienen una devoción indivisa e integridad delante de Dios 7. Los pacificadores (v.9) – Aquellos que trabajan activamente por la reconciliación y la plenitud 8. Los perseguidos por causa de la justicia (v.10) – Aquellos que enfrentan oposición por hacer lo correcto 9. Los perseguidos por causa de Jesús (v.11- 12) – Aquellos que sufren maltrato por su lealtad a Cristo
indeseables. Mientras que la cultura contemporánea asocia la felicidad con la prosperidad, el éxito y la comodidad, Jesús llama “bendecidos” a los humildes de espíritu, a los que lloran, a los mansos e incluso a los perseguidos. Las Bienaventuranzas se enfocan en el carácter interior en lugar de las circunstancias externas, en la riqueza espiritual más que en la abundancia material, y en la recompensa futura en lugar de la gratificación inmediata. A diferencia de nuestra sociedad orientada al logro, las Bienaventuranzas resaltan la gracia de Dios como un regalo, no como una recompensa por méritos. Pregunta 2: ¿Qué significa ser “pobre en espíritu” y por qué es este el primer paso esencial en la vida cristiana?
Pregunta 1: ¿En qué se diferencian las Bienaventuranzas de la definición que tiene nuestra cultura de lo que significa estar “bendecido” o ser feliz?
Respuesta 2
Respuesta 1
Ser “pobre en espíritu” significa reconocer la completa bancarrota espiritual y la impotencia total ante Dios — una conciencia de que no aportamos nada a nuestra salvación y dependemos por completo de la misericordia
Las Bienaventuranzas invierten radicalmente los valores del mundo al declarar bienaventurados a quienes viven en condiciones que normalmente se consideran
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