No hay estudios científicos que apoyen la idea de que permitir que los adolescentes tomen bajo supervisión reduce las conductas de riesgo. De hecho, las investigaciones muestran que puede tener el efecto contrario, llevando a que comiencen a tomar antes y en mayores cantidades. VERIFICANDO LOS DATOS:
vez les dicen a sus padres exactamente con qué frecuencia y cuánto alcohol toman. A menudo, los jóvenes van a subestimar enormemente sus comportamientos de riesgo cuando hablan con sus padres (incluyendo el consumo de alcohol y cannabis). Aunque es su casa y son sus reglas, muchos estados tienen leyes de responsabilidad
social que hacen a los adultos responsables por el consumo de alcohol y otras sustancias por menores de edad en su propiedad, ya sea que ellos las hayan proporcionado o no. Crear un ambiente seguro no implica permitir el alcohol u otras sustancias. Significa establecer límites claros que protejan la salud de su hijo y el futuro de su familia.
Lo que muestran las investigaciones: Los hijos de padres permisivos tienden a consumir con más frecuencia y en mayores cantidades alcohol, cannabis y otras drogas, y a participar en otras conductas de riesgo que pueden tener consecuencias graves. También reportan menos disposición de sus padres para conversar, lo que resulta en relaciones familiares más deterioradas.
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