360 UDEM No.1- La selfie de las nuevas generaciones

La verdadera participación en materia urbana engloba aspectos que nos atañen a todos en forma cotidiana. La participación ciudadana va más allá de opinar, es también la cultura de cómo los individuos construimos nuestra ciudad con nuestras acciones.

a la ciudad y ciudadanía, y que conllevan ac- ciones ciudadanas: (1) la participación y (2) la legalidad en materia urbana. En el primer aspecto, la participación, se considera en términos generales que esta consiste en que nuestras opiniones sean es- cuchadas por las autoridades. Sin embargo, la verdadera participación en materia urbana engloba aspectos que nos atañen a todos los ciudadanos en forma también cotidiana. La participación ciudadana va más allá de opinar, es también la cultura de cómo los individuos construimos nuestra ciudad con nuestras ac- ciones: manejar despacio y con cuidado, de utilizar el automóvil de forma racional y bus- car otros medios de transporte, respetar al peatón y al ciclista, etc. Es decir, es el cons- truir el entorno urbano que queremos con un mejor actuar. Además, una mayor y mejor par- ticipación urbana de todos puede lograr que se recupere la confianza de la ciudadanía, en las autoridades y en la gestión de la ciudad en materia urbana. Respecto al segundo aspecto, la legalidad habla de que como ciudadanos conozcamos nuestros derechos y obligaciones en materia urbana, de que paguemos nuestros impuestos y otorgamos contribuciones a la ciudad y a la comunidad en la que vivimos. No será posible crecer a tener una mejor ciudad solo con ideas y acciones, también se requerirán recursos y aportaciones por igual y de todos. Un reciente modelo de hacer ciudad que engloba ambos principios es la creación de distritos urbanos en Monterrey que el Plan de Desarrollo Urbano (2013-2025) de este mis- mo municipio contempla. El establecimiento de estas zonas de afinidad urbana abre, para-

dójicamente, la posibilidad a lograr una mayor diversidad en nuestra ciudad en radios y zonas relativamente próximos y manejables, tanto en transporte público como en movilidad pea- tonal. Los distritos prometen, a su vez, la po- sibilidad de lograr una proximidad de estilo de vida urbana de la que hoy muchos carecemos en esta ciudad. El incluir la participación y obligaciones de los habitantes de las comunidades agrupa- das por los distritos urbanos que se establez- can en nuestra ciudad hará que la afinidad de ideales y metas de los mismos se logre, mientras que la aplicación de legislación y cumplimiento de obligaciones fiscales puede mantener sanos los distritos en materia de in- fraestructura y mejoras urbanas.

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