360 UDEM No.1- La selfie de las nuevas generaciones

J A C K O : U N S I R I O M U Y R E G I O … O U N R E G I O M U Y S I R I O I N S P I R A D O R E S Jackdar Mohammed salió de Siria por la guerra civil y aterrizó en la UDEM . Tras dejar su pasado, vivir el presente y emocionarse por el futuro, por fin entendió lo que significa ser humano.

« N ecesitamos hacer nuestra chamba para lograr nuestros sueños», dice Jackdar. El suyo es ayudar a los demás, aquí o en Si- ria (en el país que sea), siempre y cuando tenga un impacto positivo en las personas. Lo primordial, para él, es estudiar y ayudarse a sí mismo. Así construye su camino. O lo reconstruye: Jackdar Mohammed llegó a Monterrey de Siria, de donde se tuvo que ir por la gue- rra civil. Un exiliado en tierras regias. Jacko –conocido así por sus amigos– llegó

«esta ciudad es mi sueño, una ciudad multicultural, de trabajo, donde hay de todo». Monterrey le emociona, la UDEM le emociona. A pesar de tener poco tiempo, siempre le sobra gran disposición. A veces, en sus ra- tos libres, juega fútbol como delantero o cocina comi- da árabe para sus amigos. Lo que siempre intenta, tenga el tiempo que tenga, es hablar con su familia, que se encuentran en Ale- mania. Jacko tiene siete hermanas y procura hablar con ellas al menos dos veces a la semana: «Yo necesito saludar para no olvidar».

a Monterrey a través de Adrián Meléndez, quien fundó Proyecto Habesha para traer estudiantes sirios a México para que continuaran con su formación universitaria. Se conocieron en un campo de refugiados en Irak –donde Jacko llegó al escapar de Damasco–. Ahí, Adrián le prometió que le ayudaría a continuar con sus estudios en México. Y

Estudia la Licenciatura en Dirección y Administración de Empresas. Habla español, inglés, está aprendiendo ale- mán y después quiere ir por el fran- cés. Vive con Hazem, un compañero sirio que llegó también con el proyecto Habesha, y quien estudia lo mismo. Los dos, además de compartir hogar, comparten

“NECESITO SALUDAR PARA NO OLVIDAR”

así fue: hace año y medio que estudia en la UDEM con beca completa. Desde el momento en que aterrizó en Monterrey se sintió bienvenido, pero fue en la universi- dad donde se sintió acogido: «Antes, la palabra humano era sólo mercadotecnia para mí, pero cuando entré a la UDEM entendí su significado. Todos los días recibo apoyo de maestros, personal, alumnos, de todos. Eso se queda conmigo. Lo llevo en el corazón». Jackdar tiene una energía expansiva, contagiosa,

identidad –son kurdos (Kurdistán es un territorio que atraviesa cuatro países, incluyendo Siria)–. A Jacko le gusta contar su experiencia como kurdo en una Siria antes de la guerra civil, en donde no podía decir expre- samente que lo era. En México no tiene que esconder- lo. «Es muy importante disfrutar todo lo que hay, por- que sirve para mi futuro», dice Jackdar. Si entendemos bien su mensaje, su futuro es una inversión expansiva –porque incluye a los demás en él.

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