360 UDEM No.1- La selfie de las nuevas generaciones

Toño y Emanuel, amigos inseparables desde 2006.

A Toño lo estafaron en Irán cuando confió en un hombre que le prometió un cambio de moneda a su conveniencia, pero también lo recibió un hombre que lo acogió en las montañas uzbekas de camino al impactante Pamir. Bellos contrastes. Se encontró, entonces, en la meseta más alta del mundo, con un hombre que le dio techo, pan recién horneado y té negro. Parte del misterio indescifrable que nos hace humanos: un extraño acogiendo a otros extraños en las montañas tayikas, creando un hogar temporal. Listo para rodar en la mañana, Toño se enfrentó a un frío extremo que congeló la cadena e impedía el movimiento de la bici. Una vez más la impotencia de lo incontrolable, pero la solución estaba al alcance de sus manos: un poco de pipí y de regreso a la ruta.

Pamir, “el techo del mundo”, es una cordillera asiá- tica que se extiende sobre varios países. El objetivo de Toño era llegar el Al-Baikal pedaleando, el punto más alto accesible por la legendaria carretera M41. Y otra vez, el frío: Las temperaturas extremas congelaron la posibilidad de llegar hasta la cima, pero así, posibilidad pausada, le permitió a Toño tener un alfiler en el table- ro para regresar a esta gran montaña. Dejó también, mucha ropa y demás objetos para que otros viajeros se encontraran con ellos. Muchos lo perseguían para regresarle lo olvidado, pero lo que se pierde volunta- riamente es con la intención de encontrarle otro dueño.

84

Made with FlippingBook Ebook Creator