3. Creer que las mascotas se desparasitan cada 3, 6 meses o, apenas, 1 vez al año. Hoy nuestras mascotas no solo in- teractúan más con otros animales en parques o plazas, sino que también, no- sotros tenemos un vínculo más estrecho con ellas. Estos cambios de hábitos ha- cen que la desparasitación se adecue al ambiente y tipo de vida que tiene cada mascota. 4. Si tenemos más de una mascota, desparasitamos sólo a alguna de ellas. Es muy común que, cuando se tie- ne más de una mascota, se despara- site sólo a alguna de ellas o bien am- bas, pero en diferentes momentos. Al cometer este error lo que hacemos es una desparasitación parcial e inefectiva,
es decir, nos quedamos nuevamente en “un intento” de desparasitación que pone en riesgo la salud de la mascota, ya que aquellas no desparasitadas se- guirán propagando el contagio. 5. Medicar a la mascota por nuestra cuenta. Quizás este sea el error más co- mún que se comete. Sabemos que hay que desparasitar a nuestro perro, pero al momento de hacerlo, simplemente compramos un producto antiparasita- rio y omitimos llevarlo previamente al control con su médico/a veterinario/a. Es importante recordar que durante la consulta los profesionales evalúan la condición física, el peso, los hábitos de vida que esa mascota tiene, si convive o no con niños, etc. De acuerdo con ello, pueden definir cuál antiparasitario resul - ta más indicado para cada perro.
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