AF Programa de Desarrollo de Competencias (WEB)

Herramientas e instrumentos de orientación  |  113/236

A continuación, presentamos una serie de instrumentos que pueden ser de utilidad en el registro de los objetivos que se establecen y se consensúan con el tutor escolar en cada una de las evaluaciones escolares. Estos objetivos se reforzarán y trabajarán desde los centros de protección. • Registro y evaluación de los objetivos. Este registro se consensuará con el profesor tutor en las entrevistas que se mantengan con él para establecer los objetivos. Es una forma de aunar criterios por ambas partes y saber qué pretendemos conseguir durante una evaluación escolar concreta. En él se dividen los objetivos en tres categorías (objetivos curriculares, objetivos para la mejora en habilidades cognitivo intelectuales y objetivos de integración y conducta dentro del contexto escolar), con la finalidad de poder determinar mejor el tipo de trabajo a realizar y cómo programarlo. Contempla, asimismo, realizar un seguimiento por parte del centro de protección y del tutor esco- lar en periodos cortos de tiempo, así como una valoración al finalizar la evaluación escolar en la que también participará el menor, empoderándole en todo el proceso. (Anexo VII). • Plan de refuerzo educativo. Se plasmará la metodología a través de la cual se trabajarán los objetivos pactados. Necesitamos conocer no solo lo que se va a trabajar, sino también cómo, cuándo se va a realizar y de qué mane- ra lo vamos a registrar. Esta plantilla se utilizará para cada una de las tres categorías de objetivos marcados anteriormente, es decir, que en una misma plantilla plasmaremos la metodología de trabajo para los objetivos de nive- lación curriculares que hayamos acordado, en otra plantilla plasmaremos la metodología para los objetivos de mejora en habilidades cognitivo intelec- tuales y en otra los de integración y conducta dentro del contexto escolar. Como es lógico, no es necesario que haya objetivos en las tres categorías; eso dependerá de las necesidades del menor. (Anexo VIII). Tenemos que hacer partícipe al menor de todo el proceso con la finalidad de aumentar su implicación, así como su autoestima y la sensación de control en los aspectos académicos. Si conseguimos empoderarle en el proceso nos ase- guraremos mejores resultados en las tareas propuestas. De ahí la importancia de hacerle partícipe de las decisiones que le afecten, pidiéndole su opinión y parecer al respecto. Será conocedor, por tanto, de los objetivos de trabajo que se acuerden con el tutor escolar, así como de la metodología que se llevará a cabo para su consecución. Participación del menor en el proceso

2.4.

consejería de políticas sociales y familia •  Comunidad de madrid

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